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Belén Esteban y el que fuera su representante Toño Sanchís han vuelto a coincidir en los juzgados. Meses después de que la colaboradora de Sálvame ganara la batalla judicial contra Sanchís, Belén y Toño se han vuelto a ver en dependencias judiciales, pero esta vez no para enfrentarse entre ellos, sino como partes de una misma acusación. Mientras él acudía solo a la cita, Belén Esteban lo hacía acompañada de su pareja y futuro marido, Miguel Marcos.
Con el semblante serio, Belén entraba esta mañana en el juzgado de lo penal número 3 de Alcalá de Henares por una demanda penal que interpuso contra un amigo de su exmarido Fran Álvarez, que también estaba llamado a declarar como0 testigo del acusado. Fran Álvarez llegaba hasta el juzgado acompañado del periodista Aurelio Manzano. En los pasillos del juzgado se han vivido momentos muy tensos, como el protagonizado entre Fran Álvarez y el que fuera su enemigo en 2014, Toño Sanchís, con quién se ha fundido en un abrazo ante la mirada perpleja de Belén Esteban.
Si ahora Toño Sanchís se retracta de lo que dijo entonces se arriesga a que se le acuse de falso testimonio, lo que está penado con entre uno y tres años de cárcel.
La demanda se remonta a octubre 2014, antes de que comenzara la guerra judicial entre Toño y Belén. La colaboradora demandó a un amigo de su expareja al enterarse de que había filtrado grabaciones de conversaciones telefónicas privadas. En aquel momento Belén, acompañada de Toño, declararon en una vista previa que les constaba que las grabaciones existían y que se habían mostrado a diferentes periodistas.
Belén, además del apoyo ‘obligado’ de Toño, cuenta también con el apoyo de otros compañeros de Salvame que han ido en calidad de testigos, María Patiño y Kiko Hernández. Sin embargo, el hecho de que Kiko Hernández llegara tarde a la comparecencia, y otro de los testigos citados, Kiko Matamoros, no se personara, ha hecho que el juicio no haya podido celebrarse. La juez ha decidido aplazarlo por falta de algunos testigos importantes. Belén se mostraba mucho más relajada y sonriente a su salida del juzgado, aunque volverán a verse las caras en fechas posteriores.
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