La repentina salida de Kevin Spacey de House of Cards tras el escándalo sexual en el que se vio envuelto supuso un gran impacto para la exitosa ficción televisiva. Después de cinco años interpretando al tirano Frank Underwood, resolver de manera solvente su desenlace lanzaba un enorme reto para sus creadores y guionistas. Los nuevos capítulos ya se estaban filmando, por lo que tuvieron que ser descartados y reescritos de nuevo. No obstante, un año después de la marcha del actor, la última temporada de la serie de Netflix está a punto de estrenarse con un inesperado giro de los acontecimientos. El expresidente de Estados Unidos ha muerto y su viuda, Claire, -interpretada por Robin Wright- ha ascendido al poder convirtiéndose en la primera mujer al frente del país.
Protagonista absoluta de la trama, la propia actriz ha reconocido recientemente en una entrevista en The Late Show with Stephen Colbert que en los primeros instantes se vieron sorprendidos por el caos y "nadie sabía qué hacer". Decidir del futuro de la producción era un asunto muy delicado en el que había muchas cosas en juego. "Fue una decisión colectiva. Todos los productores que estábamos implicados dijimos, 'tenemos que ser sensibles con el ambiente', explicó la intérprete. "Lo primero y más importante es que habríamos puesto a 2.500 personas en la calle. Entonces yo dije, 'vamos a terminar a lo grande, vamos a darles un final y a terminar la serie'".
Asimismo, se planteó seriamente el hecho de no decepcionar a sus millones de seguidores en todo el mundo: "Reflexionamos mucho al respecto y dijimos, '¿Por qué vamos a defraudar a los fans? Vamos a acabar de la forma que teníamos pensada por contrato'". Algo que obligó a cambiar la forma pero no el contenido, puesto que la anterior temporada ya había finalizado con la figura de Claire como presidenta, de modo que lo que había que decidir era la salida de Spacey de la ficción.
El esperado desenlace llegará a la pequeña pantalla en tan solo unos días, el próximo 3 de noviembre; solo entonces se conocerá cómo se cierran todos los cabos que habían quedado sueltos en las temporadas anteriores.
Sin embargo, no es la primera vez que el nombre de Wrigth se hace oír con fuerza demostrando su valía. Hace unos años plantó cara a los productores de la serie para reivindicar sus derechos y exigir cobrar lo mismo que su compañero al tener ambos el mismo peso dentro de la trama. "De hecho, busqué estadísticas y últimamente el personaje de Claire era más popular que el de Frank. Entonces les dije que sería mejor que me pagaran lo mismo o lo haría público. Y lo hicieron", declaró durante un evento de la Fundación Rockefeller en Nueva York el pasado 2016.