Esta edición de Gran Hermano VIP podría pasar a la particular historia del 'reality' como el año en el que semana tras semanas la vida en la casa se volvía más complicada. Si cuando entraron a la casa los concursantes se echaron las manos a la cabeza por encontrarse un avestruz en el salón y un burro en el jardín, entre otros animales, el último castigo podría terminar de sacarles de sus casillas. Tras no haber superado la última prueba semanal, la organización ha decidido penalizarles reduciendo el presupuesto semanal de comida a un euro por persona y día.
Dado que a lo largo de la historia de Gran Hermano (VIP o no) los menús, las desapariciones de comida o los "tú has comido más que yo" han sido una fuente constante de discusión, y que cada día que pasa el ambiente en Guadalix de la Sierra se carga un poco más, parece complicado que los habitantes de la casa superen la semana sin que el hambre se sume a los problemas de convivencia que han ido surgiendo durante las cinco semanas que ya dura el encierro.
Esta noche, en GH VIP Límite 48 horas se desvelará cómo Ángel, Mónica, Makoke y el resto de sus compañeros han gestionado el poco dinero del que disponen y cuáles son los platos 'low cost' con los que están alimentándose estos días. Además, durante el programa, Miriam, Asraf, Verdeliss y Techi conocerán el veredicto de la audiencia, que salvará a dos de los cuatro nominados y dejará a los otros dos pendientes hasta el jueves, cuando se decida quién se convierte en el cuarto expulsado de la edición.
Tras la expulsión de Isa Pantoja y Omar Montes la casa se había quedado con Aurah Ruiz y Suso como únicos representantes del amor, pero su historia podría haber llegado a su fin. En las últimas horas el exsuperviviente ha decidido dejar a la que se había convertido en su prometida tras un arrebato de amor. Lo que comenzó como un simple comentario por parte de la ex de Jesé acerca de la mirada de Asraf desató un episodio de celos que terminó con la inesperada ruptura de la pareja. Aunque las aguas llegaron a calmarse, Suso terminó por confesar que era la primera vez que se enamoraba en su vida y que no lo estaba sabiendo gestionar desde dentro de la casa, confirmándole a Aurah que, a pesar de que su relación terminaba ahí, fuera le tendría para lo que fuese.