,type=downsize)
La Casa Blanca ha confirmado el encuentro este jueves de Donald Trump y Kanye West, que se reunirán para almorzar y discutir sobre la reforma penitenciaria, algo que ya comenzó su esposa Kim Kardashian West durante una reunión de septiembre; la violencia de pandillas, especialmente en el estado natal del rapero, Chicago; y el "resurgimiento de la manufactura" en los Estados Unidos. El marido de la estrella de Keeping up with the Kardashians, que ha mostrado públicamente su apoyo al actual Presidente de su país en numerosas ocasiones, también se reunirá con el asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner, yerno de Trump.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“No tienes que estar de acuerdo con Trump, pero la gente no puede obligarme a que no lo quiera. Ambos somos energía de dragón. Él es mi hermano. Amo a todo el mundo. No estoy de acuerdo con todo lo que hace nadie. Eso es lo que nos hace individuos. Y tenemos derecho al pensamiento independiente”, escribía el rapero en Twitter el pasado mes de abril alabando la figura del político. Este cara a cara se producirá casi dos años después de su último encuentro, que se efectuó en diciembre de 2016 en Nueva York, antes de que el presidente asumiera el cargo. En ese momento, el cantante John Legend, amigo cercano de West, calificó la reunión de "truco publicitario".
Sin embargo, en todo este tiempo, el ganador de 21 grammys no ha tenido problema en mostrar su apoyo a Trump a pesar de llevarse en numerosas ocasiones las críticas de sus fans y de algunos de sus compañeros de profesión. Así, podíamos verle hace solo unos días, durante su intervención el pasado mes de septiembre en el programa Saturday Night Live, luciendo una gorra propagandística pro-Trump en la que se podía leer: "Haz que América sea grande otra vez".
Su visita se produce sólo cuatro meses después de que su mujer, Kim Kardashian, fuese recibida por Donald Trump en la Casa Blanca, donde la empresaria conversó con el presidente de los Estados Unidos sobre asuntos políticos vinculados con la reforma carcelaria.