Las grandes monarquías europeas cuentan con varias residencias majestuosas y llenas de misterio al mismo tiempo. El Palacio de la Zarzuela o el Palacio Real en la de España, el Palacio Real de Estocolmo o el Palacio de Rosesberg en la de Suecia, el Palacio de Amalienborg o el Castillo de Rosenborg en la de Dinamarca y el reconocido Buckingham Palace en la Familia Real Inglesa. Precisamente esta última propiedad es uno de los lugares más populares de Inglaterra y todo un icono para la dinastía de Isabel II. Ahora un nuevo libro descubre, a partir de una serie de fotografías y con absoluto detalle, los rincones de varias estancias de este palacio que nunca ha visto el público.
Es común que cada verano los turistas puedan visitar ciertas áreas de esta edificación. Así ocurre desde 1993, puesto que con la llegada del estío, la reina se muda a su Castillo en las Tierras Altas de Escocia, en Balmoral, para disfrutar de sus vacaciones. Sin embargo, la obra de Ashley Hicks, Buckingham Palace: The Interiors, explora los interiores de este recinto y abre la puerta a salones que siempre han formado parte de la vida privada de la monarquía inglesa. Al interiorista Ashley Sicks se le permitió retratar 21 de las salas más espectaculares del palacete con su cámara réflex durante 10 días. Se le dio este privilegio, en parte también, por la relación de parentesco que tiene con la realeza inglesa: su madre es lady Pamela Hicks, una prima del Príncipe Felipe de Edimburgo e hija del último virrey de la India, Lord Mountbatten.
Las imágenes están realizadas con la sencilla ayuda de una luz natural. De esta forma ha captado el Salón del Trono -donde se realizan recepciones de excepción y se reciben a figuras políticas internacionales-, el Salón Blanco -una de las zonas más amplias que se dedica, entre otros usos, a realizar la retransmisión navideña- y la Gran Escalera -llena de detalles de inspiración teatral-. Igualmente, en las imágenes se pueden descubrir las imponentes lámparas de araña, los tejidos exclusivos, la colección de porcelana de Sèvres (de mediados del siglo XVIII), la 'mesa de los grandes líderes de la antigüedad' (creada por Napoleón, fue un regalo del rey Luis XVIII a Jorge IV), las piezas orientales heredadas por la Reina Victoria, los bordados con la forma de rosa Tudor o las pinturas de artistas históricos como Rubens, Van Dyck y Rembrandt. En todo el palacio se mezclan los estilos y la estética de la regencia, victoriana y eduardiana. Así lo describe y lo presenta el propio autor del libro que además no pierde la oportunidad de contar algunas anécdotas y secretos (como las puertas ocultas de algunas salas).
Sobre Ashley Hicks cabe destacar que es autor de numerosos libros que explican sus trabajos y los de su padre, David Hicks, del mismo modo un importante diseñador y decorador de interiores. Durante más de 20 años, además de idear los interiores de grandes mansiones de Reino Unido, Europa y Estados Unidos, se ha dedicado al diseño de muebles y otras colecciones para el hogar.