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Era una de las invitadas más esperadas y, sin embargo, no se dejó ver en la improvisada pasarela en la que se convirtió el exterior del Palacio de Liria. Eugenia Martínez de Irujo acudió a la boda de su sobrino, Fernando Fitz-James Stuart y Solís, y Sofía Palazuelo y lo hizo de la mano de su marido, Narcís Rebollo, con el que acudía por primera vez un acontecimiento de tal envergadura para la Casa de Alba. Sin embargo, y aunque en los primeros momentos de la ceremonia no se pudo captar su presencia, la fiesta posterior sí trajo consigo imágenes de la pareja disfrutando de la música al aire libre y del buen ambiente que existía con todos los invitados.
El estilista Josie fue el encargado de retransmitir, puntualmente, algunos de los momentos de la celebración. Entre ellos, logró captar el instante en el que, más románticos que nunca, Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo sellaron su amor con un beso. La duquesa de Montoro había elegido un favorecedor y llamativo vestido rojo de Lorenzo Caprile, el mismo color que lució durante la puesta de largo de su hija Cayetana Rivera, el pasado mes de septiembre. Para este sábado por la noche, decidió combinar su estilismo con un tocado de plumas a juego.
Cayetana Rivera y la conexión con Eugenia Martínez de Irujo en su puesta de largo
En las imágenes, también puede verse a Bárbara Mirjan, pareja de Cayetano Martínez de Irujo, así como a otros invitados, entre los que se encontraban Vega Royo Villanova, Enrique Solís con su pareja, Alejandra Domínguez -a la que presentó oficialmente este sábado durante el enlace del duque de Huéscar-, y Brianda Fitz-James Stuart, prima del novio y nieta de la fallecida Cayetana de Alba. Todos ellos bailaron canciones míticas como Será porque te amo, de Ricchi e Poveri, Freed from desire de Gala, Un beso y una flor de Nino Bravo, Princesas de Pereza, y temas de moda como Despacito, de Luis Fonsi. Éxitos de los 90 y de hoy que un DJ se encargó de hacer sonar.
Los jardines del Palacio de Liria se convirtieron, este sábado, en el escenario perfecto para acoger la histórica boda del futuro duque de Alba y Sofía Palazuelo, a cuya ceremonia nupcial siguió un menú elaborado por el catering Ciboulette, uno de los más demandados para este tipo de eventos. Bajo un techo de vegetación y en mesas circulares, los invitados degustaron una ensalada de bogavante y langostino con vertudas mediterráneas y mayonesa de cítricos, una pularda de Breas al horno fileteada con Armagnac y uvas en almíbar, acompañada de cebollitas perlas graseadas y patatas rojas y, por último, una tarta árabe de obleas frita con crema inglesa y almendras escarchadas.
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