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Los invitados a la boda de Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar, y Sofía Palazuelo ya están ultimando los detalles de sus estilismos para lo que será el acontecimiento social de la temporada. No todos los días se casa un futuro duque de Alba en el madrileño Palacio de Liria y los convidados, unos 400, saben que deben ir vestidos "comme il faut".
Enrique Solís y Tello, por ejemplo, se ha hecho un chaqué a medida para la ocasión. El hijo de Miguel Solís, marqués de la Motilla, y Carmen Tello, gran amiga y confidente de la difunta duquesa de Alba, es primo de Fernando Fitz-James y uno de los hombres más elegantes de nuestro país. El empresario hostelero suele figurar en todas las listas de los mejor vestidos y, probablemente, también sea uno de los mejor vestidos en la boda de su primo.
© Redes socialesCuriosamente, Jaime de Marichalar, otro de los hombres más elegantes de España, será uno de los responsables de que Enrique Solís se convierta en uno de los hombres más distinguidos en la próxima gran boda de la Casa de Alba. El joven emprendedor ha elegido para esta ocasión un chaqué de B Corner, la firma de sastrería que ha creado Marichalar junto a sus socios Goyo Fernández y Federico Zanolla.
Hace unos días, el propio Enrique compartió en su cuenta de Instagram una imagen de la última prueba del chaqué a medida que llevará este sábado. "Un auténtico guante", escribió el hijo del marqués de la Motilla, celebrando la precisión sartorial que caracteriza a B Corner.
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Marichalar y sus socios lanzaron esta marca de sastrería tradicional en el año 2016. Tal como confesó el propio ex duque de Lugo, se apuntó al proyecto "por razones meramente egoístas". "Necesitaba un buen sastre, llevaba tiempo buscándolo", reveló a comienzos de este año en una entrevista a Vanity Fair. Por eso se asoció con Goyo Fernández, que lleva 30 años en la moda al frente de Just One, una de las tiendas de ropa masculina más famosas de Madrid.
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B Corner es un negocio de amigos y casi familiar. Diez sastres trabajan en un taller de Madrid confeccionando dos líneas: ready to wear y bespoke. En ambos casos se trata de una labor artesanal: un traje de colección demanda 27 horas de trabajo manual, mientras que uno a medida necesita casi dos días. Eso sin contar las infinitas horas de corte y plancha.
En solo dos años, la marca de Marichalar se ha convertido en una de las preferidas de algunos de los hombres más elegantes de nuestro país. El tenista Feliciano López, el actor Diego Martín, el modelo Oriol Elcacho y Enrique Solís figuran entre sus clientes más fieles.
