Los alumnos de OT 2018 siguen con su ritmo habitual de clases, aunque estos días tuvieron una visita inesperada. Javier Calvo y Javier Ambrossi, los Javis, eran los encargados de mejorar las habilidades de los alumnos en interpretación en la edición anterior y, a pesar de que este año en esta disciplina han sido sustituidos por Itziar Castro, han regresado a la escuela para dar una clase magistral a los nuevos aspirantes. Un módulo sobre cómo gestionar y expresar las emociones que ha causado un auténtico revuelo entre los seguidores del programa por lo que ocurrió en él. Fueron dos horas muy intensas en las que los concursantes se sinceraron de tal manera que, al menos cinco de ellos, no pudieron contener el llanto.
Fue precisamente esta reacción la que encendió a los incondicionales del programa, que criticaron la falta de consideración de los actores, en una situación tan tensa como la que viven los aspirantes. Algunos comentarios aseguraban que habían provocado ataques de ansiedad a los aspirantes, algo que es complicado de manejar dado que no son profesionales de la psicología y que puede provocar más problemas. Ajenos a la polémica que circulaba en la red, los alumnos han pedido que se repita la iniciativa así que los Javis volverán a la academia.
Los cineastas, ante la controversia causada, explicaron el porqué de lo ocurrido durante la clase. “Entendemos que las emociones asusten, pero que no salgan no quiere decir que no estén ahí. Y, de verdad, no sabéis lo liberador y sanador que es sacar lo que tienes dentro. No guardarlo, porque eso nos tensa, nos daña. Un psicólogo te trata, claro que sí, pero de emociones puedes hablar con tus amigos, con tu familia, con tus profesores, con quien quieras. No hay peligro en expresar tus emociones. Las emociones no son tabú” explican, definiendo el rato que pasaron en la escuela como “maravilloso e intenso”.
“Hoy han salido cosas que necesitaban sacar y que se convierten en herramientas para contar historias. Hoy han conectado con cómo están. La emoción no siempre es dolor ni siempre es llorar. Hay mil emociones y repetimos una y mil veces que no es necesario llorar ni sufrir (...) En dos horas solo hemos hablado y bailado, animando a cada uno a expresar cómo se siente. Eso era lo que sentían. Y así lo han expresado y lo han querido expresar libremente. Solo les hemos animado a que fueran honestos, ¡nada más!” continúan. Manifiestan su sorpresa por los comentarios críticos, dado que a veces solo se conoce un fragmento de la historia completa y agradecen aquellos apoyos que han recibido. Terminan con una conclusión clara: “Para nosotros, toda esta clase y su movimiento en redes demuestra algo muy importante: que hay que hablar más. Preguntadle a las personas que queréis cómo están. Es muy sencillo”.
Esta semana se avecinan emociones fuertes en la gala del miércoles, no solo por los temas elegidos sino porque es cuando se vivirá la primera expulsión. Sabela (Benditas feridas) y Alfonso (All of me) se medirán con un tema individual y tratarán de ganarse a la audiencia que con sus votos salvará a uno de ellos. El resto de aspirantes de nuevo se une en dúos que se someterán al veredicto del jurado del concurso. Solo uno puede llegar a la gran final y a partir de ahora se tendrán que acostumbrar a despedir a uno de sus compañeros cada semana. ¡Así es OT!