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Una boda no sólo implica la celebración del amor verdadero, la unión de dos almas gemelas o la confirmación de una consolidada relación. También supone el entroncamiento de dos familias dispares. En el caso de Fernando Fitz-James Stuart y Solís y Sofía Palazuelo, que se darán el 'sí, quiero' el próximo 6 de octubre en el Palacio de Liria, se trata además de la unión de dos dinastías con historia, los Alba y los Palazuelo. Los contrayentes proceden esta vez de dos familias que tienen mucho más en común de lo que a simple vista podría parecer, del mismo modo que los novios, cuyas vidas y caminos han sido paralelos. Sin saberlo, el Duque de Huéscar y su prometida han seguido sendas parecidas hasta encontrarse y dirigirse, juntos, hacia el altar.
De sonrisa tímida y rasgos dulces: así es Sofía Palazuelo, futura Duquesa de Huéscar
Así es Fernando, el futuro Duque de Alba que se casa el 6 de octubre
De sobra conocida es la aristocrática procedencia de Fernando Fitz-James Stuart y Solís. Nieto de Cayetana de Alba, hijo del actual titular del Ducado y miembro de una de las familias nobiliarias más importantes de España. Sus padres, Carlos Fitz-James Stuart, se casó con Matilde Solís, hija del marqués de la Motilla, en 1988 en la Catedral de Sevilla. Tres lustros después decidieron poner fin a su matrimonio y rubricaron el divorcio. La misma senda que seguirían los padres de Sofía Palazuelo, Fernando Palazuelo y Sofía Barroso, pocos años después. Él, empresario y promotor, y ella, experta galerista de arte contemporáneo nacida en Londres, residieron durante dos décadas en Palma de Mallorca, lugar en el que se crió la futura Duquesa de Huéscar hasta que sus padres se separaron. Fue entonces cuando Sofía Barroso regresó a Madrid con sus tres hijos mientras Fernando Palazuelo se instalaba en Lima.
Tanto Sofía Palazuelo como el Duque de Huéscar han vivido en sus carnes, por tanto, la separación de sus respectivos padres. Ambos pudieron encontrar, eso sí, refugio en sus hermanos. Fernando Fitz-James Stuart y Solís tiene el incondicional apoyo de Carlos y de Francisco de Borja, este último nacido del segundo matrimonio de su madre con Borja Moreno, mientras que Sofía Palazuelo siempre se ha sentido respaldada por Beltrán y Fernando, sus hermanos mayores, con los que estudió en un exclusivo colegio bilingüe de Palma de Mallorca.
La formación académica de los novios sigue también una trayectoria análoga. Ambos han acudido a exclusivos centros, como el Santa María de los Rosales en el caso del Duque de Huéscar, y el American International School en el de Sofía. Además, los dos han completado sus estudios fuera de España, tanto en Londres como en Estados Unidos. Mientras el futuro Duque de Alba se decantó por la Licenciatura en Derecho, su futura esposa prefirió la rama del Marketing y la Comunicación. Posteriormente, Fernando Fitz-James Stuart y Solís viajó a Massachussetts para cursar estudios financieros, lugar en el que ella haría lo propio, graduándose también en el Emerson College.
Precisamente fue su vida de estudiante la que les unió en el año 2012, cuando se graduaron en el College for International Studies (CIS) de Madrid, una exclusiva universidad privada en la que se matricularon para obtener un master en Dirección de Marketing. El amor llamó a su puerta y comenzó entonces una relación que en sus inicios permaneció alejada del foco mediático y que se gestó entre aficiones comunes, gustos similares y el mundo del arte como uno de los principales nexos de unión en la pareja. No es de extrañar, teniendo en cuenta que Fernando Fitz-James Stuart y Solís trabaja con su padre gestionando el patrimonio familiar de los Alba, en el que las colecciones artísticas (pinturas, esculturas, artes decorativas, tapices...) es una de sus principales bazas. Sofía Palazuelo, por su parte, también trabaja con su familia, concretamente con su madre, y lo hace en la empresa Around Art, en la que gestiona viajes culturales exclusivos y personalizados.
A los novios les unen más cosas de las que les separan. Comparten aficiones como la naturaleza, el cine y el deporte y han sido varias las ocasiones en las que se han dejado ver disfrutando de partidos de tenis en el Master Series de Madrid o de jornadas en alta mar a bordo de un barco, como ocurrió en mayo de 2017 en Sotogrande. Pero si hay algo que ambos adoran es el arte, a lo que ha contribuido sin duda su pertenencia a familias vinculadas estrechamente con él. El Duque de Huéscar ha crecido rodeado del patrimonio artístico y cultural de la Casa de Alba, mientras que Sofía Palazuelo ha visto cómo su madre se dedicaba con devoción al mundo de los galeristas, las exposiciones y los viajes culturales y su padre, arquitecto y promotor, gestionaba una empresa a medio camino entre la inmobiliaria y las galerías de arte. De hecho, una de las actividades de la empresa que en su momento gestionó el matrimonio se dedicaba a la adquisición de edificios para su posterior rehabilitación y venta.
Los caminos de los futuros Duques de Alba se han unido hasta el punto de que Fernando Fitz-James Stuart y Solís ha inculcado a su prometida su amor por Sevilla y por la Feria de Abril. Fue precisamente en este escenario donde la pareja oficializó su relación en el año 2016 y donde también hizo su primera aparición nada más anunciar la revista ¡HOLA! su compromiso matrimonial. En alguna ocasión, incluso, se han dejado acompañar por el Duque de Alba, con el que Sofía Palazuelo, su futura nuera, mantiene una excelente relación, como con el resto de la familia. Es por ello, además de por los gustos, intereses y el dulce carácter de la novia, por lo que Cayetana de Alba estaría, a buen seguro, encantada con esta unión.
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