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A pesar del mensaje que Isabel Pantoja envió a sus seguidores para que salvasen a 'su niña', la audiencia decidió que Isa fuese la primera concursante expulsada de Gran Hermano VIP 2018. Desde que la joven entrara en la Casa de Guadalix de Sierra, la cantante no ha dejado de protagonizar titulares debido a las declaraciones que ha ofrecido a través de las diferentes llamadas de teléfono que ha realizado en este tiempo para Sálvame. Desde el concurso, los organizadores hicieron saber a Isa Pantoja que su madre había intervenido en el mencionado programa de televisión, sin embargo, esta no quiso dar importancia a las declaraciones transcritas que le mostraron: "No me lo creo, ni le doy importancia, confío en mi madre". Pero la realidad cayó como un jarro de agua fría a la exconcursante tras su llegada al plató de Telecinco.
Jorge Javier reprodujo algunos de los fragmentos de la polémica llamada, en la que Isabel compartía su preocupación por la vida de su hija, y que hicieron que Isa se derrumbara y terminara convirtiéndose en un mar de lágrimas. La primera expulsada de GH VIP responsabiliza a su madre de su expulsión y asegura que "no era el momento para hacerle algo así públicamente estando en pleno concurso". "Mi madre nunca me había dicho esas cosas a mí directamente. Ahora entiendo muchas cosas. Una de ellas es que estoy aquí hoy. Espero que me pueda explicar todo", afirmaba Isa Pantoja rota de dolor tras escuchar la intervención televisiva de su madre.
"No me lo esperaba para nada. No se qué decirte. No quiero que se me vaya de las manos. Han pasado muchas cosas esta noche. No sé qué decir", decía momentos antes de soltar una desgarradora frase que dejó con el corazón en un puño a los telespectadores y a todos los presentes: "Tengo un hijo de 4 años y le voy a dar todo el amor que a mí me ha faltado". "Lo he tenido todo en esta vida, ¿eh? Todo. He tenido todo lo que he querido. He sido una niña muy caprichosa y todo lo que yo pedía me lo daban, pero me ha faltado esa complicidad y ese acercamiento con mi madre. Creo que no ha sido el momento, no digo que no tenga razón y sé que sufre como madre, y yo también lo soy, pero no era el momento para hacerme eso públicamente y más sabiendo que yo estoy en un concurso", añadía.
"No es así, ella no lo sabe tampoco. Se basa en lo que ve en la tele, tampoco tenemos una relación como para contarnos estas cosas. No está cuando llego a esas horas, no está cuando yo recojo al niño y lo llevo a mi casa, no está en momentos familiares... Y me duele", continuaba mientras Dulce intentaba secarse las lágrimas a unos metros de distancia. "Es como lo de Omar. Y no guardo rencor, no guardo rabia, pero no puedo con esto. Me sienta mal que me hagan estas cosas de forma pública".
El presentador preguntaba a Isa si le había defraudado la llamada de Isabel Pantoja a televisión y, aunque compungida por lo ocurrido, no dudó en contestar: "Estoy triste, pero es mi madre. Donde estoy, todo lo que tengo y lo que soy, se lo debo a ella. No le guardo rencor ni mucho menos, lo entiendo perfectamente y sé que cuando salga de aquí hablaremos, pero creo que era mi concurso y no me merecía esto".
"Hay mucha gente que ha entendido el dolor de una madre preocupada por su hija. Pero también tengo que decirte que hay muchísima gente que ha entendido, como tú, que no era el momento, que esa llamada te ha perjudicado y que fue muy poco generosa contigo", decía Jorge mientras intentaba animar un poco a Isa, que solo había escuchado las declaraciones que hizo la cantante en su primera llamada a Telecinco. La recién expulsada de GH no quiso continuar con el mal trago y aseguró que, en ese momento, tampoco tenía ganas de hablar con su madre.
"Es mi madre y ya está. Hoy no quiero hablar con nadie, no quiero nada. Son muchas emociones y pensé que lo tenía todo controlado, pero…", dijo antes de fundirse en un abrazo con la que fuera su niñera. Muchos esperaban un reencuentro entre madre e hija en plató, más después de que se conociera la noticia de que Isabel Pantoja salía de Cantora y ponía rumbo a Madrid, quizás con la intención de recibir a su hija ante la posible expulsión - que ahora es una realidad-. Quizás con todo lo sucedido, anoche no fuese el momento idóneo para que Isa y su madre se sentasen a hablar las cosas, sin embargo, seguro que pronto pueden hacerlo y tener su esperada reconciliación.
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