Demi Lovato sufrió el pasado mes de julio uno de los episodios más duros de su vida cuando fue hospitalizada tras haber sido encontrada inconsciente en su domicilio como consecuencia de una sobredosis. Afortunadamente, ya se encuentra fuera de peligro y, después de recibir el alta, se recupera de sus adicciones en un centro de rehabilitación. Sin duda, unos momentos muy difíciles a los que se han tenido que enfrentar no solo la cantante, sino también todos sus seres queridos. Entre ellos, su madre, Dianna de la Garza, quien transcurridas varias semanas del incidente ha decidido romper su silencio entorno a los problemas de su hija. Lo ha hecho en una entrevista concedida a la cadena NewsMax TV, en la que llega a confesar que en un determinado momento no sabían si lo iba a superar.
De este modo, explicó que se enteró del delicado estado de salud de su hija a través de una llamada telefónica de su asistente, Kelsey Kershner. "Demi, sobredosis", fueron las inquietantes palabras que escuchó al otro lado del aparato. "Me quedé en shock, no sabía qué decir. Fue algo que nunca espera escuchar una madre sobre ninguno de sus hijos", relató acerca de la angustia que experimentó en aquel instante.
"Dudé en preguntar, pero tuve que hacerlo. Recuerdo que las palabras tardaron una eternidad en salir de mi boca. Le dije: '¿Está bien?', entonces Keshner se paró un momento y agregó 'está consciente, pero no está hablando'. Entonces supe que teníamos un problema", continuó de la Garza, que además añadió que no fue capaz de conducir hasta el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles -en el que Lovato fue ingresada- por lo que tuvo que pedir a su hijo mayor, Dallas, que la llevara hasta el centro.
"Llegamos tan rápido como pudimos. Saltamos del coche y corrimos a la sala de emergencias para estar a su lado. No se la veía bien, pero le dije: 'Demi, estoy aquí. Te quiero'. Y entonces ella contestó: 'Yo también te quiero'. A partir de ese momento, no me permití pensar que las cosas no saldrían bien", reveló. No obstante, los acontecimientos transcurrieron con complicaciones: "Durante dos días no supimos si iba a sobrevivir".
Por suerte, la exchica Disney consiguió salir adelante y fue dada de alta varios días después. "Honestamente puedo decir que hoy está muy bien. Está feliz y sana", afirmó su progenitora. "Está recibiendo la ayuda que necesita. Eso me alienta sobre su futuro y el de nuestra familia", concluyó orgullosa y aliviada.