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Casi un año después de cumplir su mayoría de edad, Cayetana Rivera por fin ha celebrado su puesta de largo. La Pizana, la finca familiar que la Duquesa de Alba dejó en herencia a Eugenia Martínez de Irujo y en la que la joven vivió sus primeros años de vida, ha sido el lugar escogido para festejar esta gran fiesta por su 18 cumpleaños. Hasta allí se trasladaron todos los invitados, que llegaron sobre las 21:00 horas en sus coches particulares y en autobús, medio de transporte que usaron los más jóvenes. Los más valientes lo hicieron a pie y bajo el paragüas, pues esta noche está lloviendo en la capital hispalense.
El padre de la feliz debutante, Francisco Rivera, apareció muy guapo con su nuevo look acompañado de su mujer Lourdes Montes, que estaba radiante con un vestido de seda rosa palo de manga larga abullonada y cuello alto. Sonriente y orgulloso ante esta noche tan especial para su hija, posaba para la prensa a pesar del diluvio que caía en esos momentos.
Poco después llegaba la familia paterna de Cayetana. En un coche conducido por Kiko Rivera y con Irene Rosales de copiloto y Cayetano Rivera en la parte trasera, los felices tíos asistieron luciendo sus mejores galas. Llamó especialmente la atención que Eva González no estuviera en ese coche acompañando a su marido y a sus cuñados.
El Duque de Alba, que iba en la parte trasera de uno de los vehículos, fue uno de los primeros en hacer su aparición. Vestido con un esmoquin de pantalón negro y chaqueta blanca, llegaba solo. Su hermano Cayetano llegó en coche acompañado de su pareja, Bárbara Mirjan, mientras que Fernando Martínez de Irujo lo hizo en uno de los autobúses. Los empresarios Pepe Barroso y Rosauro Varo; la hermana mayor de la princesa Marie Chantal, Pia Getty y los toreros Rafa Serna y Antonio Sánchez El Tato fueron otras de las personalidades que hicieron su aparición.
- Una espectacular Lourdes Montes demuestra que puedes mantener tu estilo durante el embarazo
Entre los invitados, dos destacados nombres reales: Victoria Federica y Felipe de Marichalar. Los sobrinos del rey Felipe VI llegaron a la gran fiesta en autobús junto al resto de jóvenes. Con un vestido asimétrico de color blanco y negro y el cabello suelto y liso, la hija de la infanta Elena bajó del autobús con una bolsa de Loewe en la mano, tal vez, el regalo que seguramente dio a Cayetana.
También se esperó la asistencia de Curro Soriano, pareja de la gran protagonista de la noche, que horas antes fue fotografiado en la estación de AVE de Sevilla con su maleta y el portatrajes en el que, con total probabilidad, llevaba el estilismo que lució este viernes por la noche.
El lugar escogido para esta celebración es muy importante para Cayetana y sus padres, que vivieron allí tras casarse en 1998. "Esta finca, a la que he venido desde que era una niña a montar a caballo, es un lugar muy cercano. Además, mi madre, que se encargó de todo, la arregló y decoró para nosotros. Para que empezáramos nuestra vida en ella", reconocía la madre de la joven en ¡HOLA!. La Duquesa de Montoro ha organizado con sumo mimo esta fiesta por la mayoría de edad de su hija, en la que no ha faltado ni la larga lista de cientos de invitados ni ninguno de los demás ingredientes (el menú, la decoración floral, la música, el vestido de debutante...) que hacen de una velada especial una de antología. Eugenia ha supervisado cada uno de los detalles de la celebración durante muchos meses, igual que hiciera la Duquesa de Alba en su día, y ha tirado la casa por la ventana, sin reparar en gastos.
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