Ha lanzado un disco después de cuatro años de ausencia en el mercado y para hablar de él ha visitado nuestro país, donde ha pasado parte del verano con sus actuaciones. David Guetta ha colaborado para este trabajo con nombres de la industria como Justin Bieber, Jason Derulo o Nicki Minaj. “Me gusta trabajar con gente diferente y soy muy abierto” contó. Habló, sentado en El Hormiguero, de lo que supone ser una estrella de la música: cada día actúa en un sitio diferente. “Mi vida es perfecta. Solo tengo un problema: el jet lag. Pero vivo de mi pasión, de la música” contó con simpatía. Es un apasionado de nuestro país por lo que cuando tiene que elegir entre venir a Ibiza o ir a Las Vegas a actuar, escoge la isla pitiusa.
El reconocido DJ habló de uno de los sucesos más tristes de este año, la muerte de su compañero Avicii, que falleció la pasada primavera. Él mismo había confesado sus problemas de salud, por los que dijo adiós a los escenarios pues sentía ansiedad cada vez que actuaba. David Guetta se sinceró y desveló “la soledad que uno tiene horas después de una actuación, cuando vuelve al hotel después del subidón de adrenalina”. “Es una presión constante, tienes que trabajar siempre” contó y añadió que el tipo de vida que llevan “no te deja nada para ti”.
Estas declaraciones se unen a las palabras del DJ en The Sunday Times, donde aseguró que lo ocurrido le cambió la manera de pensar. “La noticia me forzó a tomar algunas decisiones muy importantes, a cambiar mi vida. Pude ver cómo venía a mí, la depresión. Soy una persona feliz, nunca había tenido tendencia a sufrir depresión, pero me di cuenta de que tenía que reorganizar mi vida para permanecer sano”. Cuenta en este diario además que a veces, para artistas como ellos, es complicado decir que no, aunque la agenda de actuaciones sea demasiado intensa.
Avicii era uno de los grandes nombres de la música electrónica y falleció el pasado mes de abril en Omán. A pesar de que no había cumplido los treinta años, el DJ había tenido que ser ingresado en varias ocasiones debido a una pancreatitis aguda y le habían extirpado la vesícula biliar y el apéndice. A esto, se sumaba una gran ansiedad y estrés que, durante meses, intentó curar con terapia.