Después de recorrer los lugares sinificativos en la vida de Edmundo en Chile, su país natal –un viaje no exento de polémica ante la decisión de la primogénita del humorista de no coincidir con las hijas de María Teresa-, Las Campos volvieron a España para retomar su rutina habitual en uno de los episodios más esperados por la audiencia. Desde que en la pasada temporada Terelu y Carmen comentaran los retoques estéticos que querían hacerse, los espectadores estaban deseosos de ver su nueva imagen. Así, bajo el reclamo 2.0 #LasCamposRetocadas, la entrega de anoche tuvo como hilo conductor la cirugía y el cambio en el estilo de vida de las hermanas .
El capítulo arrancó con las visitas al médico para informarse sobre las opciones quirúrgicas que podrían poner fin a sus preocupaciones corporales. "Hay zonas de mi cuerpo que no solo dependen de la alimentación o el ejercicio", comentaba Terelu en la consulta, "necesitaría hacerme una lipo". Menos decidida, Carmen se mostró reticente a una intervención agresiva para acabar con la papada, su gran preocupación estética. "Reconozco mi edad por el cuello", confesaba, "no lo he hecho antes por miedo".
Ambas daban la noticia de su firme decisión de pasar por el quirófano a su madre durante una comida en casa de María Teresa con unos invitados muy especiales. Mario Vaquerizo, Alaska y Topacio Fresh compartieron mesa y confesiones sobre cirugía con el clan. "Creo que son cosas de los tiempos y quien se liberé que levante la mano (…) Creo en la felicidad del ser humano, no soporto a la gente que se conforma con lo que le ha venido dado", comentó Mario. Los tres se mostraron abiertamente a favor de las intervenciones estéticas "con sentido común" y rebajaron el miedo de las hermanas, quienes comentaron algunas de sus inquietudes.
Junto a Isabel Rábago compraron las fajas que necesitan para la recuperación, un momento cómico en el que, sobre todo, Carmen se mostró reticente a la malla con la que tendrá que cubrir su óvalo facial. "Yo no puedo pisar la calle hasta que no me quiten esto", comentó. Más tarde, acompañadas de Mila Ximénez, se sometieron a las pruebas preoperatorias, momento que la ex de Manolo Santana aprovechó para inyectarse ácido hialurónico en el labio superior.
Tras su visita al hospital, las tres acuden a una comida con la matriarca del clan, en la que Mila se indigna con Terelu porque le dice que ha engordado desde su regreso de Supervivientes. Un escenario donde se produce otro de los momentos más tensos del episodio, cuando Mila le pregunta a María Teresa por su regreso a la televisión. "¿Por qué no se lo preguntas a la persona adecuada?", le contestó la comunicadora. "No sé quién es" y "Yo tampoco" fueron las palabras que cerraron el asunto de cara a los telespectadores.
Días de relax y détox en Marbella
En una segunda parte del capítulo, la familia se traslada a Marbella, donde viven unos días de desconexión. Sin embargo, la escapada fue muy diferente para María Teresa y para las dos hermanas. La periodista disfrutó de unas jornadas de descanso, buen comer y ocio en compañía de su amiga Maite, mientras que Terelu y Carmen se sometieron a un estricto plan détox donde no faltaron masajes, spa, deporte y zumos depurativos. Lo que echaron de menos enormemente fue la comida, lo que dio lugar a grandes momentos cómicos. Pero mereció la pena. Con 2,5 y 2 kilos menos, respectivamente, regresaban a Madrid, donde les esperaba una buena noticia: las pruebas preoperatorias para sus intervenciones estéticas habían ido bien y solo quedaba poner fecha para la operación.