Lazos de sangre, el programa de TVE dedicado a las familias más relevantes de nuestro país, se centró anoche en la vida de la extenista Arantxa Sánchez Vicario. Durante años, los Sánchez Vicario fueron ejemplo de familia unida y feliz, sin embargo, la aparición de Josep Santacana lo cambió todo. "La mala suerte de Arantxa fue conocer a su marido, que sabía a lo que iba", reconocieron sus amistades. A sus padres no les gustaba nada el noviazgo de su hija con Santacana, pero según una amiga de Arantxa, "Josep era el amor de su vida y ella estaba dispuesta a pasar por encima de lo que hiciese falta para vivir con él". Ese fue el comienzo de los problemas en la familia. "Estaba locamente enamorada, tan enamorada que no había nada más alrededor ella no, necesitaba a nadie más", dijo la taekwondista Coral Bistuer.
La extenista se casó con Josep en 2008 con la oposición de sus padres, Emilio y Marisa, que no participaron en la organización de la boda. “Hasta el mismo día de la boda no se sabía si la familia iba a acudir. En el último minuto salió la parte humana y, evidentemente, fueron porque era su hija”, recordó la periodista Beatriz Cortázar. "Cuando tu te casas con una persona piensas que va de buena fe, que se ha enamorado de ti y que no te va a hacer ningún mal", añadió la periodista Rosa Villacastín, pero tal y como apuntó el peluquero Alberto Cerdán "todos nos podemos equivocar en el amor y yo creo que se equivocó".
El sueño de Arantxa era formar su propia familia, como relató la periodista María Escario. Y lo consiguió. En 2009 nació su hija Arantxa y en 2011 su hijo Leo. Las tensiones familiares ya eran evidentes, pero no saltaron por los aires hasta 2012, año en el que la extenista publicó sus memorias, Vamos Arantxa, y realizó unas duras declaraciones contra sus padres. "Conmigo han ejercido un control y una protección que me han anulado en muchos momentos cruciales de mi vida", manifestó en una entrevista.
Las acusaciones se convirtieron en denuncias y la extenista pidió a sus progenitores que abandonaran el hogar de los Sánchez Vicario. "Quiere que desalojen una casa que es de su propiedad y donde vivía su padre, ya enfermo de Alzheimer. Eso hace que se enfrente a muerte con sus hermanos", comentó Beatriz Cortázar. La relación entre Arantxa y su familia se vuelve aún más complicada en 2016, cuando muere su padre y acude al tanatorio con Santacana. "Parece que a mis hermanos les molesta que yo esté aquí. Si mañana no me veis en el funeral será porque no es normal que me hayan montado el 'numerito' que me han montado, me han vetado y me han echado de la sala", exclamó ante los medios.
“Si hubiera ido al tanatorio sin Santacana, las cosas hubieran sido más fáciles. Pero ella siempre quiso anteponer a Santacana”, declaró Beatriz Cortázar. Mónica Pont también coincide con la periodista. "¿Para que vas con él? Si sabías que a ellos no les gustaba... ¿porque te presentas en el tanatorio con Pep?", reflexionó la exmodelo. Esta pelea fue el motivo por el que la extenista no acudió al entierro de su padre. Sin embargo, amigos cercanos a ella creen que a día de hoy, se arrepiente. “Estoy convencida que Arantxa a solas, mirándose al espejo, en la oscuridad de la noche con su almohada, se arrepiente de no haberse despedido de su padre”, destacó Coral Bistuer.
Lo apostó todo por Santacana, pero finalmente la pareja ha protagonizado un polémico divorcio. “Tanto criticarlo, tanto hablar, tanto advertirla, pues parece que algo de razón tenían sus padres”, sentenció Antonio Rossi. Esta situación ha provocado que Arantxa se haya reencontrado con los suyos. “Me alegro enormemente. Parece ser que ha vuelto a retomar una relación con sus hermanos y con su madre, me alegro mucho de eso porque Arantxa estaba muy sola”, confesó Mónica Pont.