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Sábado 11 de agosto. Una y cuarto de la tarde. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la canciller alemana Angela Merkel hacen su entrada en uno de los salones privados del Palacio de los Guzmanes, sede de la Fundación Casa Medina Sidonia, en pleno centro de Sanlúcar de Barrameda. Ambos mandatarios se han dado cita en la localidad gaditana con el objetivo de establecer una estrategia común y dialogar, principalmente, sobre política migratoria. Para ello, se disponen a compartir un almuerzo al que llegan acompañados de sus respectivas parejas, Begoña Gómez y Joachim Sauer, aunque ellos no estarán presentes, pues comerán en otro restaurante.
Begoña Gómez, la mujer de la que Pedro Sánchez se enamoró hace más de doce años
Sí les acompañan ocho personas más, miembros todos ellos de los gabinetes de Sánchez y Merkel. Los diez comensales se sientan en una larga mesa apenas decorada por un jarrón de cristal. Les rodean, eso sí, tapices, cuadros y otras obras de arte que engalanan la estancia, habilitada para acoger el almuerzo. Tal y como ha podido confirmar HOLA.com, la conversación que acompaña a la comida, que durará un par de horas, transcurre en un perfecto inglés. Ni uno ni otro requieren de intérprete alguno.
Los dos mandatarios se disponen a almorzar vestidos con la misma ropa con la que dos horas después ofrecerán una rueda de prensa a los periodistas de todo el mundo acreditados para el acto, que esperan en una de las plantas bajas mientras degustan un ágape. Dos maîtres han sido requeridos para servir la comida a Pedro Sánchez, Angela Merkel y sus ocho acompañantes. Uno por parte de Gobernación y el otro procedente del Hotel Guadalquivir. "El almuerzo fue tranquilo, muy ameno y bastante rápido, sin incidente alguno. Y a ellos les encantó el menú", comenta Juan Carlos, que se desplazó desde el establecimiento hotelero para ocuparse de atender a los dos mandatarios. Es, precisamente él, quien desvela a HOLA.com cada uno de los platos.
"Productos de la tierra, todo muy local. Croquetas de rape de Sanlúcar, cóctel de langostinos también de Sanlúcar y corvina de caña a la plancha con verduritas de Doñana, todo ello regado con un vino Ribera de Duero, otro blanco semidulce y manzanilla semidulce de Sanlúcar". ¿Y de postre? "Tiramisú de palacio casero y café con tejas de almendra". La anécdota, en esta ocasión, la protagonizó la propia Angela Merkel, quien prefirió, para finalizar el almuerzo, algo de fruta en lugar de degustar el exquisito dulce italiano.
Tras la comida, Pedro Sánchez y Angela Merkel ofrecieron su rueda de prensa y, posteriormente, se trasladaron hasta la playa de Bajo de Guía y montaron en barcaza para arribar en el Parque Nacional de Doñana. Este domingo, toca visitar el Centro del Lince del Acebuche, en el corazón del parque.
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