Probablemente no esté siendo el mejor verano de María Teresa Campos. Hace menos de un mes, la presentadora tenía que hacer frente a la noticia de la reaparición del cáncer de su hija Terelu. Una situación difícil ante la que ha decidido tomarse unos días de descanso y desconexión en su tierra, Málaga. Junto a ella ha viajado su pareja, Edmundo Arrocet, que se ha convertido en su mayor apoyo en estos duros momentos que le ha tocado vivir. El humorista es especialista en sacar la mejor sonrisa de María Teresa, como puede apreciarse en las fotografías que los paparazzi les han tomado juntos este fin de semana.
Edmundo y María Teresa fueron vistos dando un paseo por las calles de la ciudad andaluza, donde caminaron cogidos del brazo. En estos momentos, María Teresa necesita todo el cariño del mundo, algo en lo que Edmundo parece poner todo su empeño, pues no se separó de ella en un solo momento. Aun así, de vez en cuando, la que fuera la reina de las mañanas de la televisión, se dejaba ver cabizbaja y pensativa.
Aunque afortunadamente todo apunta a que el cáncer de mama de Terelu está controlado, la preocupación de la presentadora por su hija es totalmente comprensible, pues podría pasar por el quirófano en los próximos meses para realizarse una doble mastectomía preventiva, y la reconstrucción de los dos pechos. Una difícil decisión que María Teresa Campos apoya incondicionalmente, tal y como confesó la propia Terelu en la entrevista en exclusiva que concedía estos días a la revista HOLA. "Mi madre me dijo: Si yo tuviera que hacérmela, me la haría".
La desagradable noticia de la reaparición de la enfermedad de Terelu llegaba a la vida del clan familiar pocas semanas después de que la que fuera la reina de las mañanas recibiera una grandísima noticia, también relacionada con motivos de salud. La propia Teresa Campos era la encargada de anunciar en el plató de Sálvame su total recuperación tras el ictus que sufrió el verano pasado: “Cuando pasa un año de lo que me pasó te hacen una resonancia” indicó, en referencia al gran susto que sufrió. “Da que no me ha quedado nada, como si no me hubiera dado” añadía, visiblemente contenta. “Es la mejor noticia del año”, decía entonces.
Una felicidad que quedó empañada por el cáncer de su hija, pero que la familia trata de afrontar con gran optimismo. Edmundo, en este sentido, está siendo un gran pilar para María Teresa, a quien está prestando todo su cariño y apoyo en estos momentos. Quizás por eso, para afrontar la situación con más facilidad, ambos apostaron por alegres y coloridos conjuntos.