Ha sido un año de cambios en la Selección española, sobre todo en el banquillo. La salida inesperada de Julen Lopetegui apenas unos días antes de arrancar el Mundial de Rusia para hacerse cargo del Real Madrid, dejó las riendas en manos de Fernando Hierro. Sin embargo, el puesto de este fue algo temporal ya que el elegido para coger las riendas fue Luis Enrique, exjugador del Sporting de Gijón, el Barça y el Real Madrid y que ha entrenado también al club azulgrana, aunque actualmente estaba en Vigo, dirigiendo el Celta. Sabe además bien lo que es ponerse la camiseta de la Roja, disputó tres mundiales, una Eurocopa y ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Ahora será él quien les dirija, un reto que asume con valentía. “Tenemos una selección de altísimo nivel, queremos un equipo que pueda tener el balón, que sea agresivo... Ese será un poco mi trabajo (...). Tengo muchas ganas de dar mi primera lista, en la que habrá sorpresas seguro” dijo el asturiano en su presentación como seleccionador. Su familia, aunque no se dejó ver en el acto, le ha apoyado también en esta ocasión, tal y como ha venido haciendo a lo largo de toda su trayectoria deportiva.
Su faceta profesional es la que más atención pública acapara, pues mantiene la personal en un plano más discreto. Su familia es su pilar más importante, como demuestran algunas imágenes que comparte en su Twitter. Está casado desde hace más de veinte años (fue el 27 de diciembre de 1997) con Elena Cullell, barcelonesa licenciada en económicas y azafata de vuelo de profesión, que “todavía le aguanta”, tal y como comentaba él mismo con humor, junto a una de las portadas que les dedicaron entonces. La pareja tiene tres hijos, Pacho, de 19 años, Sira, de 18, y Xana, la benjamina, de 9. La numerosa familia tiene su residencia habitual en Gavá, municipio del Bajo Llobregat, en Barcelona, una zona en la que también reside el futbolista Javier Mascherano.
Su pasión por el deporte no se limita al fútbol, sino que se extiende al ciclismo, disciplina que practica con asiduidad, y otros retos –ha hecho lo que se llama carrera de autosuficiencia, que supone llevar en una mochila la comida necesaria para los días que dura la carrera, así lo contaba en sus redes sociales-. Sus hijos han heredado esta dedicación: su hija Sira, por ejemplo, es una amazona consumada y ha participado en varias competiciones. En ciertas ocasiones, se ha dejado acompañar por Elena Cullell en alguna maratón de atletismo.
Luis Enrique también es un amante de los animales. No en vano, a lo largo de su vida ha tenido varias mascotas. Entre ellas, destacan Piles y Nalón, dos perros color canela cuyos nombres responden a dos ríos asturianos, en claro homenaje a su tierra natal. Está muy unido a su lugar de origen, pero también a su familia, a quien no duda en expresarle su cariño siempre que tiene ocasión. Hace cuatro años, sus padres celebraron sus bodas de oro y el seleccionador no dudó en felicitarles a través de las redes sociales.