En las aguas ibicencas se juntan cada año multitud de rostros conocidos y, entre ellos, la familia de Leo Messi suele ser uno de los habituales de la isla. Este año no ha sido diferente y, cuando la temporada de fútbol ya ha terminado, incluido el Mundial de fútbol- Argentina quedó en octavos de final-, el delantero del FC Barcelona ha puesto rumbo a sus vacaciones junto a Antonela Roccuzzo, sus hijos y otros miembros de su familia. Ahí hemos podido verle, en un yate, disfrutando del sol y las aguas cristalinas del Mediterráneo e intentando pasar desapercibido (o taparse del sol) con una gorra y unas gafas de sol de Hawkers.
La familia suele alquilar un yate para disfrutar de sus días libres y este año ha escogido esta embarcación de lujo de 24 metros de eslora y espacio para 12 personas de día y 8 de noche. En él se incluyen accesorios para practicar actividades como wakeboard, esquí acuático, seabob o snorkel, y el precio es de 7.200 euros al día o 47.500 a la semana. No es el mismo que alquiló el pasado año cuando pasó unos días de vacaciones en junio junto a sus amigos íntimos, los futbolistas Cesc Fábregas y Luis Suárez con sus familias, el cual costaba 3.000 euros menos a la semana.
En las imágenes, se puede ver cómo Messi se tiró al agua de cabeza, jugando con su hijo Thiago- que llevaba el mismo bañador que lucía su padre- y otros de los niños que había en el barco. Mientras, su mujer se quedaba en cubierta con sus otros dos hijos, Mateo y Ciro, que son aún pequeños para disfrutar del mar abierto. Antonela lucía un bonito y veraniego maxivestido de punto blanco atado al cuello y con escote de pico, al que le añadía su toque de estilo con unas gafas de sol irisadas en tono rosa.
Todavía en tierra firme, antes de embarcar, en la isla de Ibiza, el futbolista del Barça no pudo evitar convertirse en el centro de todas las miradas a pesar de su atuendo "de incógnito". En el puerto posó con algunos de sus millones seguidores, que le pidieron que se hiciera una foto con ellos, y lo hizo con una sonrisa.