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Se avecinan nuevos e importantes cambios en la familia de Fernando Torres. Este martes, 10 de julio, el futbolista anunció su fichaje por el Sagan Tosu, lo que significará que tendrá que abandonar su querido Madrid para poner rumbo a Japón. El ex jugador del Atlético de Madrid, de 34 años, tendrá que hacer las maletas para comenzar una nueva vida a más de 10.000 kilómetros de la capital española. Tosu, en la prefectura de Saga, ubicada al sudoeste del país, será su nuevo hogar y ahora son muchos los que se preguntan si en esta nueva aventura le acompañarán su mujer, Olalla Domínguez, y sus tres hijos, Nora, Leo y Elsa.
Podría ser así, ya que han estado a su lado en todo momento y le han acompañado allá a donde ha ido. Antes del club colchonero, Torres estuvo en el Liverpool, desde 2007 hasta 2011; en el Chelsea, entre 2011 y 2014; y en el Milán, en el primer semestre de 2014-15. No sabemos qué planes tendrán, pero podrían viajar todos juntos o, primero, marcharse él y al poco tiempo, cuando ya tenga todo encaminado, vaya su familia, lo mismo que hicieron Malena Costa y Mario Suárez cuando él fichó por el equipo chino Guizhou Hengfeng Zhicheng.
"Ha habido muchas opciones desde que anunciamos que no íbamos a continuar en el Atleti. Hemos tenido muchas propuestas de todos los continentes (...) Desechamos las opciones en Europa, porque considero que lo que tenía que hacer en Europa ya lo he hecho", dijo Torres durante la presentación de un libro digital audiovisual de su carrera en uno de sus gimnasios en Madrid. "Necesitaba un cambio, algo totalmente diferente, un reto nuevo", reconoció el futbolista, que quiere "explorar hasta dónde soy capaz de llegar en un sitio completamente diferente". Torres aseguró que se trata de una decisión muy meditada y que tiene previsto viajar "en los próximos días a Japón" y apunta a su debut al domingo 22 de julio "en casa".
¿Por qué ese equipo? "Fue de los primeros clubes que se interesaron por mí. Quiero agradecerle su constancia, su insistencia y su manera de convencerme por el proyecto deportivo. Para mí es un reto personal, deportivo y cultural. Creo que me va a aportar muchísimo Japón, la Liga japonesa y el Sagan Tosu", respondió. "Han hecho un gran esfuerzo y sé que ahora está pasando por un momento deportivo complicado. Me han hecho ver que de verdad confían en mí, me quieren y ese ha sido uno de los motivos más importantes", continuó el delantero, que se reencontrará en esa competición con un "gran amigo", Andrés Iniesta: "Para los dos es un reto excitante".
Torres ha firmado por un año y medio, hasta diciembre de 2019 (con la opción de ampliarlo por uno más) con este club que sólo tiene 21 años de historia, de los cuales ha jugado la mayor parte en segunda división. El Sagan Tosu es originario de una ciudad de unos 73.700 habitantes ubicada en la isla suroccidental de Kyushu y, en la presente temporada de la liga nipona, que se disputa entre enero y diciembre, se encuentra en el penúltimo puesto de la tabla, con 13 puntos. El jugado madrileño se pondrá a las órdenes del italiano Massimo Ficcadenti y asegura que, por el momento, prefiere vivir el presente y no pensar en el futuro: "Si algo he aprendido en estos últimos años aquí es no mirar a largo plazo. De momento quiero disfrutar la experiencia, ojalá sean muchos más años allí. Me gusta estar tiempo para poder desarrollar el proyecto y el trabajo. Dependerá de mi rendimiento. Me siento fuerte para jugar".
Reconoció que está "deseando empezar" y que ya se está estudiando las "palabras clave" para entenderse con sus compañeros "lo antes posible". "Allá donde voy me involucro al cien por cien. Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para ayudar. Tiene el objetivo de llevar un equipo de un barrio humilde a lo más alto del país. Vamos a empezar bien, a conseguir salir de esta situación y estoy seguro de que con la ayuda de todos vamos a hacer grandes cosas ahí, a dejar huella y a demostrar que tenemos mucho que aportar y enseñar".
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El Sagan Tosu será el quinto club de su carrera, con el Atlético de Madrid, por pertenencia, sentimiento y emoción, por encima de todos ellos, del que se despidió el pasado 20 de mayo, su último encuentro con el equipo de su vida en el estadio Wanda Metropolitano, donde tuvo lugar un emotivo homenaje en el que estuvo acompañado de su familia. "Recuerdo el Calderón de niño; hoy es mi último día, pero no es el final. Me gustaría que nos sintiésemos así siempre", dijo ante más de 60.000 personas que coreaban su nombre. "Nos preguntan por qué somos del Atleti, y es algo difícil de explicar. Es este escudo, son unos jugadores que se dejan la vida en cada partido, simboliza una gran familia, todos somos uno. Eso es el Atlético de Madrid. Ha sido un orgullo, un honor, Gracias a todos, de corazón, porque me habéis hecho ser el hombre más feliz del mundo", dijo sin poder contener las lágrimas.
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