La primera jornada de los Obama en España ha sido maratónica. El viernes, el expresidente de Estados Unidos asistió a la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular, en el hotel Marriot Auditorium de Madrid; se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; viajó a Oporto para participar en una cumbre de cambio climático; y regresó a Madrid justo a tiempo para la hora de la cena. Mientras el expolítico estadounidense cumplía con su agitada agenda, su mujer y sus hijas visitaron algunos de los sitios imprescindibles de Madrid: el museo del Prado y el Thyssen, el restaurante Numa, y el Café Murillo, un local especial a metros del Jardín Botánico.
Por la noche, James Costos y Michael Smith, amigos de los Obama, ofrecieron una recepción a la exprimera familia de América en su piso del Barrio de Salamanca. Los fotógrafos no lograron captar el momento de la llegada de Barack y Michelle y sus hijas, Malia y Sasha, debido al fuerte dispositivo de seguridad que sigue cada paso del exmandatario y su comitiva. Numerosas personalidades del mundo de los negocios, la cultura y la sociedad asistieron a la recepción, incluidos el Duque de Alba, Alicia Koplowitz, Pedro Almodóvar y Penélope Cruz.
Los paparazzi sí lograron seguir a los Obama hasta el famoso restaurante Filandón, ubicado en El Pardo. Filandón, un sitio mágico enclavado en el Monte de El Pardo, es famoso por sus carnes y pescados a la parilla. No era la primera vez que Michelle cenaba en este sitio. Durante su visita a Madrid en 2016, la exprimera dama también estuvo en este local. En aquella ocasión tomó ostras, salmorejo y ventresca de bonito, y bebió un tinto Ribera de Duero. Esta vez, al igual que en la anterior, el despliegue de seguridad llamó la atención de otros clientes del establecimiento, asombrados por estar compartiendo techo con un Premio Nobel de la Paz.
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El broche de oro de la velada fue un show flamenco a cargo de Pitingo. James Costos, ex embajador de Estados Unidos en España, y su pareja, el prestigioso interiorista Michael Smith, quisieron regalar a los Obama una velada especial de música española a cargo del famoso cantante de flamenco y soul latino. Barak y Michelle disfrutaron mucho de la voz y el talento de Pitingo, uno de los artistas españoles más internacionales y uno de lo más queridos por Costos y Smith, que lo eligieron para su fiesta de despedida cuando terminó la administración Obama y James dejó la Embajada de EE.UU. en Madrid. Una vez que el artista terminó su actuación y Obama y sus amigos se fueron del establecimiento, Pitingo quiso tener un detalle con el resto de comensales y empleados del local y cantó para ellos hasta las dos de la madrugada.
Los próximos días de los Obama en España prometen ser igual de intensos que el primero. El matrimonio está enamorado de nuestro país y quiere aprovechar sus días aquí para conocer en mayor profundidad muchos sitios culturales y gastronómicos y para que sus hijas también puedan descubrir los rincones más encantadores de Madrid y otras ciudades.