Tras ser intervenido el 19 de junio, Manuel Díaz El Cordobés ha sido dado de alta en la mañana de este sábado del Hospital Quironsalud Sagrado Corazón de Sevilla. Allí se puso en manos del doctor Daniel Cansino Muñoz-Repiso, especialista en cirugía ortopédica y traumatología deportiva, para solucionar un problema de cadera que le molestaba desde hacía meses y que los médicos le habían desaconsejado ignorar. A su salida, el diestro ha querido dirigirse a los medios y ha agradecido la labor del personal sanitario. "El trato ha sido perfecto, eso me ha ayudado mucho, y mi mujer, mi familia, mi hermano, mis niños", ha dicho.
Su hija Triana fue uno de sus mejores talismanes. "Me mandó todos los amuletos que ella lleva para sus exámenes", manifestó a la vez que anunció que "voy a estar perfecto en unos días y a volver a empezar". Ahora tendrá que enfrentarse a un "duro" proceso de rehabilitación que será "largo", según ha reconocido. Sobre cuándo podrá volver a vestirse de luces, el torero ya ha dicho que "este año no", con lo que para él la temporada taurina ya ha terminado. Pese a este revés se mostró optimista al decir "poco a poco y muy feliz".
Con la simpatía que le caracteriza, el torero salió por su propio pie del centro sanitario, eso sí, ayudado por unas muletas. Manuel vistió bermudas en tonos azules, camisa blanca, zapatillas blancas de deporte y la mejor de sus sonrisas. Junto a él, su esposa, Virginia Troconis, con un total look negro. A su salida, a El Cordobés le esperaba un coche rojo, conducido por Virginia, y al que accedió ayudado por su hermano Chema. El diestro ya descansa en su casa donde seguro que está recibiendo las atenciones y los cuidados de los suyos.
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Según indicaba el primer parte médico del torero, se implantó "una prótesis total para eliminar el dolor y recuperar la movilidad", con anestesia general, y "transcurrió sin complicaciones". El torero "arrastraba una dolencia (artrosis avanzada) desde hace unos meses que le ocasionaba un dolor muy intenso en dicha articulación y que le impedía realizar sus actividades profesionales e incluso limitaba sus tareas de la vida cotidiana". Tras la intervención quirúrgica su evolución ha sido satisfactoria por lo que cuatro días después ha recibido el alta.
El viernes el torero daba sus primeros pasos, todavía dentro del centro hospitalario y acompañado por una muleta. Él mismo lo compartía a través de sus redes sociales con un vídeo en bucle en el que se le veían solo las piernas. Lucía pantalones cortos y los pies descalzos sobre el suelo del hospital.
Durante su estancia de cinco días en el hospital, Manuel Díaz ha estado acompañado de su familia al completo. Su mujer fue con él cuando entró en el hospital y su hija mayor, Alba, estuvo con él también desde el principio. Sus hijos pequeños visitaron por sorpresa al torero, y todo se inmortalizó en los stories de Virginia Troconis y Alba. "La mejor sorpresa del mundo", compartió la bloguera de HOLA.com junto al vídeo en el que los niños corren a abrazar a su padre, que no puede dejar de sonreír ni un instante.
El pasado día 11 Manuel Díaz revelaba, a través de un comunicado publicado en sus redes sociales, que había decidido "cortar su temporada taurina" tras 25 años en los ruedos para reparar la lesión de cadera que viene padeciendo desde la pasada campaña". "No supone una retirada sino un punto y aparte", explicaba en el texto, en el que apuntaba que tiene por delante un proceso de recuperación que "afronta con la misma actitud positiva con la que ha afrontado todos los retos de su vida". Este cese en su actividad profesional se produce en el año en el que cumplía sus bodas de plata como matador de toros, un acontecimiento para el que había programado veinticinco citas especiales en los ruedos españoles. "Volveremos a vernos y será inolvidable. ¡Gracias por tanto cariño!", añadía en la publicación, que fue recibida de la mejor manera por sus seguidores.