Sandra Bullock ha regresado con más fuerza que nunca. La actriz continúa inmersa en la promoción de Ocean’s 8, la secuela femenina de la exitosa franquicia que comenzó con Ocean's Eleven, en la que las maestras del golpe son Cate Blanchett, Sarah Paulson, Anne Hathaway y Helena Bonham Carter, entre otras. Además de este prometedor nuevo proyecto, que supone su 'resurrección' en Hollywood tras unos años complicados, la estadounidense también ha recuperado la sonrisa en el terreno personal. Tanto es así que, después de su tormentoso divorcio con la estrella de 'realities', Jesse James, la protagonista de Miss Agente Especial, que tiene dos niños adoptivos, Louis y Laila, volvió a encontrar el amor en los brazos de Bryan Randall. Al igual que han hecho recientemente otras estrellas, como la intérprete Charlize Theron, quien aseguró que el proceso de adopción fue el momento más duro de su vida, Bullock ha querido hablar sobre la maternidad en una entrevista en la revista Sunday Times.
2010 fue el mejor año de la vida profesional de la protagonista de Ocean’s 8, que participó en diferentes 'taquillazos' como Infame, La propuesta y Un sueño posible, la película por la que se alzó con el Oscar como mejor actriz. Sin embargo, ese mismo año fue también en el que ella y su entonces pareja, Jesse James, decidieron divorciarse por las infidelidades del fabricante de motos, justo después de haber puesto en marcha los trámites para adoptar a un niño. No obstante, este inesperado y doloroso episodio no impidió a la estadounidense continuar con la adopción del bebé.
"Tenía un recién nacido mirándome y había leído en algún sitio que, si escondes un secreto, tu hijo lo sabrá. Estaba decidida a que no supiera que yo estaba pasando por una especie de duelo. Sabía que él podía notarlo, pero el problema es que no podía permitirme derrumbarme", asegura en una entrevista a la revista Sunday Times. Sandra intentó mantener en secreto esa parte de su vida privada por miedo a entorpecer el proceso y demostrarse a sí misma que podía ser una buena madre sin contar con un compañero sentimental al lado.
La intérprete también ha hablado sobre la dureza y complejidad de los trámites que requiere una adopción. "Cuando adoptas a un niño, al principio no es algo permanente. Te pueden quitar al bebé en cualquier momento. Así que pasé los primeros seis meses intentando demostrar que podía ser una buena madre soltera. Tuve que correr y esconder a mi hijo de la prensa. Esto fue lo más duro. Si hubiera perdido a Louis por mis decisiones vitales, nunca me lo hubiera perdonado", revela la actriz de Gravity, que trató de defender la privacidad de Louis, el niño afroamericano que adoptó en 2010, por todos los medios posibles.
Pese a los difíciles momentos a los que ha tenido que hacer frente, la estrella de Hollywood, que decidió en 2015 ampliar la familia con la adopción de Laila, una niña que vivía en un hogar de acogida, ofrece su apoyo a todas las mujeres que deseen adoptar a un niño en solitario. "Yo he ayudado a otras personas. Lo que la gente tiene que saber es que cuando adoptas a un niño, no es necesario tener una vida como la de Cenicienta", sentencia la actriz, una de las mujeres al poder en la era del #MeToo que ha conseguido superar todos los obstáculos.