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Es una de las grandes estrellas del pop a nivel internacional, admirada por millones de fans en todo el mundo. Desde que iniciara su carrera como cantante a comienzos de los años 90 con la popular banda juvenil Take That, Robbie Williams levanta pasiones a lo largo y ancho del planeta tanto por su música, como por su carisma sobre el escenario. Algo que, sin embargo, no parece ocurrir en su propia casa a juzgar por sla última publicación en su cuenta de Instagram, donde se puede comprobar cómo sus propios temas no despiertan el entusiasmo esperado por parte de su prole, mucho más interesada en otros importantes artistas del momento.
En el vídeo compartido con sus 'followers' se puede apreciar cómo el artista británico intenta mostrar a su hija mayor Theodora Rose, de 5 años, el clip de uno de sus éxitos más importantes de la década de los 2000, Rock DJ, en un ordenador portátil. Tan solo suenan los primeros acordes del sencillo, cuando la pequeña espeta a su padre, con cierta indiferencia y desgana, que prefiere ver ¡a Beyonce! Sin duda, una inesperada reacción a la que el intérprete de Feel responde con un gesto de resignación. "Estos niños de hoy en día", es el comentario que escribió junto al post, provocando las risas de sus seguidores.
Además de Teddy, como es conocida cariñosamente la pequeña, Robbie es padre de otro niño, Charlton Valentine, de tres años, ambos fruto de su relación con la actriz Ayda Field. La pareja contrajo matrimonio en una ceremonia celebrada en su mansión de Los Ángeles en agosto de 2010. Desde entonces, el cantante, apodado en muchas ocasiones como 'el chico malo del pop', parece haber encontrado la estabilidad en familia. “Yo pensaba que no iba a tener hijos y que no me iba a casar. Pero luego conocí a alguien que era increíble y me enamoré por completo de ella. Desde entonces, todos mis pensamientos y sentimientos cambiaron”, declaró el intérprete hace unos años durante una entrevista a la emisora BBC Radio 4.
Una simpática anécdota que ha cosechado casi 350.000 reproducciones en menos de un día y que dejaba ver que el ídolo se encuentra bastante recuperado de los problemas de salud que le fueron detectados a finales de pasado año y que le obligaron a cancelar varios conciertos de su gira Heavy Entertainment Tour. Poco después, él mismo confesaba durante una entrevista concedida al diario The Sun que padecía una enfermedad que “quiere matarle”. Según explicó, se trataba de una hemorragia en su cerebro que le provocaba entumecimientos, fuertes dolores de cabeza y problemas para respirar, por lo que los médicos le recomendaron que parara su actividad durante un tiempo.
No obstante, hace pocos días, el artista vivía otro estresante episodio al tener que ser evacuado de un hotel en llamas en Londres. Se encontraba alojado en el exclusivo Mandarin Oriental, en Kinghtsbridge, cuando, por causas que se desconocen, se declaró un aparatoso incendio, teniendo que abandonar de inmediato el edifico. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales y el músico se encuentra en perfectas condiciones. Tanto es así que es una de las estrellas que participan en la ceremonia de inauguración del Mundial de Fútbol de Rusia el 14 de junio en Moscú.
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