La luna de miel es, para cualquier pareja de recién casados, un momento mágico y muy esperado que ayuda a relajar tensiones y, sobre todo, a olvidar los nervios y el estrés de los meses que preceden a su gran día, su boda. Coral Simanovich y Sergi Roberto no son una excepción. La modelo y el futbolista disfrutan estos días de su aventura postnupcial en un destino inigualable: Japón. Su intención no es otra que convertir su viaje de novios en inolvidable y descubrir al mismo tiempo tanto rincones con mucho encanto como legendarios monumentos.
Después de celebrar su enlace el pasado 30 de mayo en Israel -país de origen de la novia- con la presencia de algunos compañeros y excompañeros de equipo del jugador del FC Barcelona, la pareja hizo las maletas y se dispuso a recorrer los más de 9.000 kilómetros que les separaban de su ansiado destino de luna de miel. Tras un vuelo de cerca de doce horas -y su correspondiente diferencia horaria de seis horas-, el jugador azulgrana y su esposa aterrizaban en el país nipón muy ilusionados. Una vez allí, se ataviaron como dos auténticos turistas -cámara de fotos y pay pay en mano incluidos- y comenzaron a recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de Japón.
Una de sus primeras paradas ha sido Kiyumizu-dera (templo del agua pura), en Kioto, un mítico conjunto de templos religiosos convertidos en 1994 en Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una de las imágenes más conocidas del país debido a sus impresionantes y coloridas edificaciones rodeadas de vegetación que dotan de magia y atractivo a este enclave. De ahí que Sergi Roberto y Coral Simanovich no hayan podido resistirse a fotografiarse delante de algunos de estos templos budistas. La modelo ha aprovechado incluso para retratarse junto a un grupo de chicas ataviadas con la vestimenta tradicional nipona. Posteriormente se han trasladado hasta el bosque de bambú de Arashiyama, un lugar casi encantado gracias a los coquetos senderos plagados de vegetación que, dependiendo del viento, dejan pasar los rayos del sol creando una atmósfera única.
Esta no ha sido la única excursión de los recién casados. Estos días, la pareja continúa disfrutando de su periplo por el país asiático y descubriendo lugares que no conocían. Afortunadamente, el clima les acompaña ya que, como ellos mismos se han encargado de compartir con sus seguidores, luce el sol y las temperaturas son elevadas -en algunos momentos alcanzan los 29 grados-. No es de extrañar entonces que también hayan querido aprovechar para desayunar y almorzar al aire libre, tal y como han mostrado a través de sus redes sociales, al igual que hicieron con su boda. En aquel momento, la pareja hizo públicas varias instantáneas que dejaban claro el amor y el romanticismo que les embargó en su gran día, en el que no faltaron las actuaciones musicales y la animación a cargo de algunos de los compañeros de profesión de Sergi Roberto. Una fiesta inolvidable que puso el broche de oro a una historia de amor que comenzó hace ya tres años.
El divertido 'fiestón' de la boda de Sergi Roberto y Coral Simanovich