Cuando se cumplen 20 años desde que la inolvidable película de Ridley Scott llegara a la gran pantalla, Russell Crowe ha regresado al Coliseo por una buena causa. La estrella de Hollywood ha viajado hasta Roma para presentar el espectáculo II Gladiatore, un evento único que traerá de vuelta al anfiteatro romano la historia del gladiador Máximo, al que dio vida el intérprete neozelandés en Gladiator, con una proyección exclusiva de la película. La actual imagen del actor, prácticamente irreconocible con un mayor volumen y una larga y desaliñada barba, poco (o nada) tiene que ver con la del protagonista del largometraje ganador de cinco premios Oscar.
Crowe, de 53 años, ha sustituido las armas, los escudos y la indumentaria propia de un valiente luchador por un sencillo polo negro de manga corta, pantalones vaqueros y zapatos marrones para su esperada reaparición en la capital italiana. El aspecto de la estrella de L.A. Confidential, que alcanzó su mejor forma física cuando fue el encargado de interpretar al general Maximus Decimus, no ha dejado indiferente a nadie. Sin embargo, no es la primera vez que la imagen de Russell sorprende a sus seguidores. Tanto es así que, desde que desempeñara su papel en Gladiator, para el que tuvo que seguir un estricto régimen que incluía comer de seis a ocho comidas ricas en proteínas, la figura de Russell ha "sufrido" numerosas y radicales transformaciones, marcadas por fuertes subidas y bajadas de peso, especialmente alimentadas por exigencias de guion. En 2016, para el rodaje de la película Dos buenos tipos, en la que también participaron Ryan Gosling y Matt Bomer, el actor de Un buen año o Los Miserables tuvo que perder 23 kilos, consiguiendo bajar de los 121 a los 98.
No obstante, parece que el actor de Una mente maravillosa, que asistirá este miércoles al evento que ha presentado en el Coliseo romano, ha vuelto a recuperar peso y un aspecto desaliñado. En este acontecimiento extraordinario, que está reservado a tan solo 300 privilegiados invitados, el largometraje será proyectado acompañado por 200 músicos que interpretarán la banda sonora original de Gladiator. Las entradas tienen un precio de entre 1.500 euros y 3.000 euros y el dinero recaudado está destinado a fondos para la lucha internacional contra la poliomielitis, una enfermedad infecciosa producida por un virus que ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis, y para la construcción de un ascensor en el Coliseo que eleve hasta el tercer nivel a las personas en silla de ruedas. Una iniciativa solidaria que, sin duda, ha emocionado al protagonista. "No es una cosa habitual que veinte años después de la película a la gente le siga importando. Es algo que me produce mucha emoción", dijo el también protagonista de Una mente maravillosa en la rueda de prensa, recordando el papel más importante de su carrera en la mítica película.