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Adriana Abenia se encuentra en la fase final de su embarazo aunque viéndola, pocos lo dirían, no porque no se le note su avanzado estado, sino porque sigue con la misma habilidad y energía. A escasas semanas de convertirse en madre primeriza, la aragonesa de 33 años continuaba con su agenda de compromisos y lo hacía tan guapa como siempre y más sexy que nunca. Con un vestido tricolor en tonos rosados y rayas horizontales y escote bardot, la presentadora demostraba que los looks premamá también pueden ser sensuales y atractivos.
Tan divertida como siempre, Adriana ha compartido esta aventura con sus miles de seguidores, a quienes ha hecho partícipes de toda la experiencia del embarazo desde que anunciase la feliz noticia el pasado mes de enero. De hecho, tras conocer que esperaba una niña, en febrero, la presentadora solicitaba ayuda para encontrar nombre a la pequeña. Semanas después, en mayo, revelaba que era Luna el nombre escogido para su futura hija, a la que veíamos días después gracias a una ecografía que publicaba en su perfil.
© GtresonlineAdriana ha mostrado en sus últimas publicaciones las ganas que tiene de tener en sus brazos a su hija, aunque antes de que eso ocurriese, la presentadora necesitaba el mar, según comentó en sus redes sociales. Por ello, la semana pasada ella y su marido, Sergio Abad, hacían las maletas para escaparse a Ibiza. Totalmente enamorados, Adriana presumía de embarazo bajo el sol de la isla balear, mientras recibía los mimos de su pareja, que estaba pendiente de ella en todo momento.
El matrimonio lleva juntos 18 años, dos de ellos, casados. Aunque en un principio ella se resistía a ser madre, ahora luce su tripita con orgullo. "Antes era muy reacia a la maternidad, pero la vida te va cambiando", confesaba meses antes de anunciar su embarazo.
© GtresonlineEn su perfil de Instagram, además de mostrar el lado más bonito e ilusionante del embarazo, ha narrado la peor cara de la gestación. "Se trata de una etapa bonita, pero no exenta de sombras. Las náuseas del primer trimestre, el dolor de pecho, los cambios de humor a los que te ves sometida, las restricciones en las comidas... Muchas somos las futuras mamás que tenemos que pincharnos heparina para que la sangre no sea espesa como el chocolate en esta dulce espera, con la ilusión de que todo llegue a buen término. Bien por abortos de repetición, excesivo reposo, problemas de coagulación o porque el embarazo de por sí hace que la sangre sea más densa-como ha sido mi caso-, tenemos que jugar a ser banderilleras. Y no pasa nada. Yo tendré que hacerlo hasta pasado el puerperio (la famosa cuarentena), pero sé que cada día que ejerzo de practicante con mi propia piel es un día menos para verle la carita a la peque", publicó.
