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A escasos días de que el matrimonio formado por Boris Becker y su mujer Lilly celebrasen nueve años de matrimonio, el medio Bunte ha informado de la separación de la pareja. Una noticia que, poco después, confirmaba el abogado del extenista, Christian-Oliver Moser, a dos medios germanos: "han decidido poner fin a su relación de 13 años de mutuo acuerdo y en forma amigable“. Según publicaba el diario alemán este mismo martes, “Boris y Lilly rompieron hace unas semanas. En su matrimonio siempre hubo separaciones y reconciliaciones, pero esta vez es definitiva”, aseguraban diversas fuentes cercanas a la pareja.
Las mismas fuentes señalaban que la pareja mantenía una “relación turbulenta que se ha vuelto más dura año tras año. Son dos personalidades fuertes y completamente diferentes que chocan. Al principio, eso fue atractivo para Boris, pero finalmente la relación se volvió agotadora. Él anhela más paz, apoyo y armonía en su matrimonio”.
El extenista alemán, de 50 años, se casó en 2009 con la exmodelo holandesa, de 42, en una romántica ceremonia celebrada en St. Moritz (Suiza). Fruto de su amor, en febrero de 2010 nació su hijo, Amadeus, el primero de la pareja y el cuarto para el también comentarista deportivo, que tiene otros tres hijos, Elias y Noah, fruto de su matrimonio con la diseñadora Barbara Becker, y Anna Ermakova, fruto de su relación extramatrimonial con la modelo Angela Ermakova.
Esta noticia se suma a la difícil situación económica del extenista alemán. El 21 de junio de 2017, un tribunal de Londres declaraba en bancarrota al ganador de seis títulos de Grand Slam tras contraer una deuda de más de seis millones de euros con el banco privado Arbuthnot Latham & Co por la rehipoteca de una propiedad en Mallorca. Propiedad que, según indicaban algunos medios germanos y de nuestro país, fue recientemente ocupada por "un gurú hippy".
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