Ya es oficial: el príncipe Harry y Meghan Markle serán los nuevos Duques de Sussex
Isabel de Inglaterra ha concedido a los prometidos el Ducado de Sussex, conferido el 24 de noviembre de 1801 al príncipe Augusto Federico, sexto hijo de Jorge III del Reino Unido
A escasas horas de la Boda Real del año de Reino Unido, el Palacio de Buckingham ha anunciado oficialmente que los todavía novios de Windsor serán los nuevos Duque y Duquesa de Sussex. Ostentarán su nuevo título real, con el que Isabel de Inglaterra obsequiará a la pareja por su enlace, desde el mismo instante en el que pronuncien su ilusionado sí, quiero y se conviertan este radiante 19 de mayo en marido y mujer. Nada más conocer la noticia de su compromiso allá por diciembre de 2017, los expertos en el tema se apresuraron a especular cuál sería el ducado que la monarca británica les habría prometido, porque había una cosa clara: Meghan Markle no sería la princesa Meghan después de las nupcias, ya que se trata de un honor reservado a las mujeres nacidas en el seno de la Familia Real británica, como la princesa real Ana, las princesas Beatriz y Eugenia de York o la princesa Charlotte de Cambridge. Además, la Reina ha conferido a su nieto el título de Conde Dumbarton y Barón de Kilkeel. De esta manera, el príncipe Harry se convierte en Su Alteza Real el Duque de Sussex y Meghan se convertirá en Su Alteza Real la Duquesa de Sussex, según ha anunciado este sábado por la mañana la Casa Real.
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Al casarse, el príncipe Harry será Duque, igual que el príncipe Guillermo hiciera en su día al contraer matrimonio, y Meghan Markle sería Duquesa, de la misma manera que Kate Middleton es hoy Catherine, Duquesa de Cambridge. La historiadora real Marlene Koenig fue de las primeras en apuntar que el Ducado de Sussex se había destinado al príncipe Harry y a su futura esposa, llegado el momento del consentimiento nupcial Su Alteza Real la Duquesa de Sussex: “El príncipe Harry y su prometida Meghan tomarán el título nobiliario vacante del Ducado de Sussex”, escribió en el blog Royal Musings (Reflexiones reales). “Lo que equivale al rango de Princesa por matrimonio del Reino Unido, Gran Bretaña e Irlanda del Norte en el caso de Meghan”. Para el profesor Jon Parry, director de estudios de Historia en Pembroke College, de la Universidad de Cambridge, se trata “casi del único título no controvertido que queda”.
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El honor de ser duque
Etimológicamente, la palabra duque deriva del término latino dux, que significa líder. Los duques tienen el rango más alto de la nobleza hereditaria, por encima del marqués, conde, vizconde y barón, y constituyen por tanto la élite social después del monarca. Tradicionalmente, tanto los ducados como los demás títulos eran otorgados por el rey a los miembros de su familia, a los poderosos o a los leales al reino, y el real privilegio pasaba a los hijos del titular cuando este fallecía. El primer título ducal inglés fue el Ducado de Cornualles, creado en el año 1300 por Eduardo III para su hijo mayor, Eduardo, luego conocido como Príncipe negro, en referencia al color de su armadura. Este ducado suele reservarse al hijo mayor del monarca, por lo que actualmente lo ostentan el príncipe Carlos y su esposa, Camilla, Duque y Duquesa de Cornualles.
Se fueron creando nuevos ducados hasta el siglo XIX. Estos títulos eran obviamente muy prestigiosos y sugerían importante estatus en un tiempo en el que la nobleza hereditaria tenía implicación política. El Ducado de Westminster es el más reciente, data de 1874 y se concibió para distinguir a tan acaudalada familia. Hoy día los títulos nobiliarios hereditarios son meramente simbólicos. Una persona puede tener más de uno; pueden permanecer sin asignar y, si un titular muere sin un heredero, el reconocimiento se devuelve a la Familia Real británica. También el Primer Ministro británico puede otorgar a los políticos un título de nobleza (y un asiento en la Cámara de los Lores), pero estos no son hereditarios. Actualmente hay 24 duques, sin incluir los llamados duques reales (por pertenecer a la realeza).
Duques reales en los Windsor
La reina Isabel puede conceder tantos títulos como quiera a su familia y, en su largo reinado, ha obsequiado a los suyos más de un ducado. El príncipe Felipe recibió el título de Duque de Edimburgo, en lugar de Rey consorte, para evitar una contingencia de superioridad con respecto a la soberana. Como es tradición, a sus hijos también los distinguió con un nuevo título nobiliario tras contraer matrimonio: el príncipe Andrés, segundo hijo de la Reina de Inglaterra, y Sarah Ferguson, su exmujer, se convirtieron en el Duque y la Duquesa de York al casarse en 1986, y el príncipe Eduardo, su cuarto hijo, y su esposa, Sophie Rhys-Jones, son Condes de Wessex desde su enlace matrimonial en 1999.
Más recientemente, en 2011, el príncipe Guillermo, hijo del heredero y nieto de la monarca, y su esposa, Catherine Middleton, recibieron los ya comentados títulos de Duque y Duquesa de Cambridge al darse el sí. Precisamente una de las razones de esta concesión es investir a los recién llegados a la Familia Real británica, los llamados plebeyos sin título, con los honores del cargo. Pero los de príncipe y princesa están reservados a aquellos con sangre real.
Augusto Federico de Sussex, el predecesor
Ahora ha sido el turno del príncipe Harry y Meghan, segundo Duque y primera Duquesa de Sussex. Un ducado casi olvidado que, como caído del cielo a la pareja, viene a recordar cuánto ha cambiado la institución y a hacer justicia a su predecesor. El título fue conferido el 24 de noviembre de 1801 al príncipe Augusto Federico, sexto hijo de Jorge III del Reino Unido y de su esposa, la duquesa Carlota de Mecklemburgo-Strelitz. Augusto Federico de Sussex, Barón Arklow y Conde de Inverness también desde ese mismo día, se casó con Lady Augusta Murray en 1793 y posteriormente con Lady Cecilia Gore en 1831, contraviniendo con ambos enlaces la Ley de Matrimonios Reales de 1772. Ninguna de las esposas del Duque de Sussex ni los hijos fruto de su unión iban a ser reconocidos legalmente, ni siquiera recibidos en la Corte Real. Al no tener descendencia legítima, sus títulos se extinguieron a su muerte, acaecida en 1843. Hasta hoy.