Confirmado: el príncipe Harry podrá contar con su abuelo en el día de su boda
El Duque de Edimburgo estará presente en el enlace después de recuperarse de su operación de cadera en abril
Ha habido dudas sobre si el Duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel, iría a la boda del año entre su nieto el príncipe Harry y Meghan Markle. Tras haber sido ingresado en el mes de abril para someterse a una operación de cadera, el Palacio de Buckingham ha confirmado este viernes, un día antes del enlace, que Felipe de Edimburgo estará presente en este día tan especial para la familia. Fue dado de alta el 13 de abril, unos días después de su intervención- que tuvo lugar el día 4 de abril- y el 11 de mayo hizo su primera aparición pública al acompañar a su esposa, la Reina, al Royal Windsor Horse Show.
Tras su salida del hospital, el Duque de Edimburgo, de 96 años, continuó su recuperación en Windsor, según anunciaba el Palacio de Buckingham al comunicar su alta del centro médico. El marido de la Reina se retiró de la vida pública en otoño de 2017 y, desde entonces, se le ha podido ver en pocas ocasiones. En noviembre celebró el 70 aniversario de bodas junto a su esposa y, posteriormente, estuvo en eventos de tradición familiar como el servicio religioso en Sandringham durante las navidades. En cambio, se ausentó de la ceremonia en la que le pasaba el testigo como Coronel de la Guardia de Granaderos a su hijo, el príncipe Andrew, y del servicio religioso de Pascua de Resurrección en la capilla de San Jorge, en Windsor, unos días antes de ser operado.
A unas horas de la boda, esta no ha sido la única confirmación del gran día. En un comunicado publicado por el Palacio de Kensington se anunciaba que la futura esposa del príncipe Harry le había pedido al príncipe de Gales que le acompañara al altar. Irán juntos en la segunda parte del pasillo que tendrá que caminar Meghan en la capilla de San Jorge de Windsor, puesto que a la entrada del templo estará acompañada por los pajes y damitas que forman parte de la corte de la novia, algo que ya estaba en los planes según explica la experta en realeza de HELLO!. También se mantiene el papel de Doria Ragland, la madre de la novia, en esta cita tan especial. Con ella pasará su última noche de soltera en el Clivelen House Hotel del condado de Taplow y el sábado viajarán juntas hasta Windsor.
En los días previos al enlace la pareja se ha trasladado a Windsor, tanto el jueves como el viernes, para los ensayos generales de la celebración. A través de los cristales del Range Rover en el que viajaban, escoltados por la policía, se podía ver a Meghan y Harry sonrientes e incluso saludando a los presentes. Ahí pudieron respirar el aire festivo que inunda la población, a unos 30 kilómetros de Londres, que ya está engalanada para el gran día y llena de curiosos y fans de la realeza. Algunos de estos seguidores de la pareja incluso van a dormir en la calle para mantener su sitio en primera fila tras las vallas que rodean el recorrido por el que pasarán los novios después de pronunciar sus votos en la capilla de San Jorge.