¡Se desvela el secreto! Ya sabemos quién llevará a Meghan Markle al altar

Era, con permiso del vestido de Meghan Markle, una de las principales incógnitas de la boda real. Después de que se confirmara la ausencia de Thomas Markle en el enlace de este sábado, las especulaciones acerca de la identidad de la persona que acompañaría la novia en su camino al altar no han cesado. Aunque las informaciones apuntaban a Doria Ragland, la madre de Meghan, y al príncipe Harry como las opciones más probables, finalmente el Palacio de Kensington ha despejado todas las dudas cuando apenas faltan 24 horas para que tenga lugar la esperada ceremonia.

Será Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales y futuro suegro de Meghan, el encargado de llevarla al altar. El popular dicho de que 'tras la boda no pierde un hijo, sino que gana a una hija' cobra más sentido que nunca. En esta ocasión ha sido la prometida de Harry la que la pedido personalmente que ejerza esta función, tal y como ha hecho público este viernes por la mañana el Palacio de Kensington. "Ms. Meghan Markle ha pedido a Su Alteza Real el Príncipe de Gales que la acompañe hasta el altar de la Capilla de San Jorge el día de su boda. El príncipe de Gales está complacido de dar la bienvenida a la familia a la señorita Meghan Markle de esta forma", reza el comunicado.

Esta no es la primera vez que Carlos de Inglaterra asume un papel que podríamos asemejar al de los tradicionales padrinos. Ya lo hizo en la boda de Alexandra Knatchbull y Thomas Hooper. La bisnieta de Lord Louis Moutbatten recurrió al príncipe de Gales para que la acompañara al altar debido a la relación tan cercana que mantenían sus familias desde que Alexandra era niña. De hecho, siempre le consideró como un padre, de ahí que le eligiera para recorrer el pasillo nupcial de Romsey Abbey.

Este sábado la novia llegará al Castillo de Windsor en un coche acompañada por su madre. Una vez allí, accederá al interior de la capilla junto con sus damas de honor y pajes. Será entonces cuando entre en escena el príncipe de Gales, que se encargará de llevarla al altar, donde la estará esperando Harry junto con su bestman, el duque de Cambridge. Meghan Markle ha optado por esta solución después de que se conociera que su padre, quien iba a recorrer el pasillo nupcial con su hija, no acudiría a su boda tras protagonizar unas fotografías pactadas con un paparazzi que causaron la polémica. Este hecho, junto con el delicado estado de salud -ha sido intervenido quirúrgicamente del corazón según TMZ- le llevaron a tomar la decisión de ausentarse del enlace.

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Tanto el Palacio de Kensington como Meghan Markle difundieron a lo largo de esta semana sendos comunicados. En el primero, la institución pidió comprensión y respeto. La novia, por su parte, lamentó que su padre no fuera a estar con ella en su gran día y aseguraba que siempre se había "preocupado por él. Espero que pueda tener el espacio que necesita para centrarse en su salud", añadía.

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