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La hija de Susanna Griso es una niña feliz. Madre e hija fueron fotografiadas por la calle muy sonrientes mientras acudían a un centro de salud para interesarse por el estado de la pequeña de cinco años. Ya sea en el parque, en el médico o en una heladería, la presentadora de televisión vive con emoción cada segundo a su lado y juntas son la viva imagen de la felicidad. Cada cosa que ocurre a su alrededor es para la niña un mundo nuevo por descubrir que se abre ante sus ojos, muy diferente a todo lo que había conocido hasta ahora.
A la salida del centro médico, pudimos verla salir muy contenta con un palito de madera tras una visita rutinaria al pediatra. De la mano de su madre, la niña iba muy guapa con una falda de volantes de cuadro vichy azul marino, camiseta blanca a juego con sus merceditas de lona y una chaqueta de color fucsia, mientras que Susanna eligió un look de sport de vaqueros, camisa blanca y sudadera para un rato de ocio.
La llegada de la pequeña ha llenado de alegría a toda la familia, sobre todo a Jan, de quince años, y Mireia, de trece, que están volcados con la llegada de su nueva hermana. Susanna Griso y su marido, Carlos Torras, han revivido de nuevo la gran experiencia de ser padres después de ocho largos años de trámites de adopción. Poco a poco le van enseñando la cultura y el idioma, ya que el de su país de origen es el francés, que afortunadamente dominan tanto la presentadora como sus hijos.
Susanna disfrutó de los primeros días de su nueva maternidad a tiempo completo. El pasado 23 de abril Griso se ausentó de Espejo Público para estar al lado de su hija, aunque la semana pasada ya se puso al frente del programa. La familia al completo viajó a Abiyán, la ciudad al sur de Costa de Marfil, para recoger a la niña, y por fin ven cumplido su sueño de tenerla en casa.
La periodista se reincorporó al trabajo el pasado día 7 de mayo tras vivir un Día de la Madre muy especial. "¡Feliz día de la madre!“, publicó en sus redes sociales junto a una foto de los pies de su hija pequeña y la siguiente cita de Teresa de Calcuta: "Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”.
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