Finalmente tampoco ha sido el año de España. La representante de Israel, Netta Barzilai, gran favorita desde el principio, se ha proclamado vencedora de la 63ª edición del Festival de Eurovisión. La cancion pegadiza Toy, con un claro mensaje feminista y una puesta en escena llena de color, pirotecnia e influencias asiáticas, puso a todo el mundo en pie mientras éste coreaba el tema más popular de la velada. En una final que ha estado muy reñida entre Israel y Chipre, nuestros queridos Amaia y Alfred, de España, se han tenido que conformar con el puesto 23 del certamen con 61 puntos tras entonar Tu cancion.
No hubo beso final
A las nueve de la noche, hora española, dio comienzo la 63ª edicion de Eurovisión, un certamen de música, talento y extravagancia a partes iguales en el que solo uno de los 26 países logró proclamarse ganador del Festival gracias al voto del jurado y al televoto que mantuvo la emoción hasta el final. El festival europeo por excelencia llegó con España más atenta que nunca. Después de abrir esta gran gala con dos fados de Ana Moura y Mariza y presentar a los diferentes países, comenzaron las actuaciones en el Altice Arena de Lisboa. Tras la puesta en escena de Ucrania, con Under The Ladder, ¡llegó el turno de España!, país integrante del Big Five. Amaia de España y Alfred, su novio, aparecieron en el escenario y la tensión que se vivió desde España fue maxima. Por fin y después de una promoción de vértigo, la pareja del año, gracias a su éxito e historia de amor en Operación Triunfo, entonó Tu canción, un tema compuesto por Raúl Gómez y Sylvia Santoro que expone la historia de su romance surgido ante las cámaras de televisión. Pese a lo mucho que se había especulado, no ha habido beso, ni siquiera sorpresa en la actuación decisiva. Aún así todo el estadio ha coreado el tema y ha acompañado la romántica actuación con la luz de sus teléfonos móviles.
Amaia, con un vestido largo con escote en "v" de Teresa Helbig, y Alfred con un traje de color granate de Paco Varela, la pareja ha hecho vibrar al público. El hecho de actuar en segunda posición no les ha beneficiado, porque el espectador votante tal vez pudo olvidar las primeras actuaciones después de ver a los 26 países, sin embargo las estadísticas estaban para romperlas y pusieron el listón muy alto gracias al juego de miradas, complicidad y el abrazo final. Solo un país ha ganado actuando entre los primeros puestos en los últimos 17 años y fue Turquía. Tras su actuación, Amaia y Alfred se dirigieron a la Green Room poara disfrutar de de la final con sus seres queridos, entre los que estaban sus padres, los Javis, el presentador de la última edición de OT, Roberto Leal, Noemi Galera y Manu Guix, entre otros.
Y el turno siguiente fue para Lea Sirk, la representante de Eslovenia. Tras varios intentos por representar a su país en el festival de la canción en 2009, 2010 y 2017, Sirk logró su sueño. Hvala, ne! (¡No, gracias!, en castellano) es un tema movido, al más puro estilo eurovisivo, con toques electrónicos y juego de luces en la puesta en escena y con gran interactuación del público.
La abanderada de Lituania Ieva Zasimauskaite con la canción When we’re old (Cuando seamos mayores), una balada lenta interpretada con el piano que le dedicó a su marido, ya participó en Eurovision Junior como vocalista de apoyo con apenas 14 años. A continuación, la apuesta de Estonia fue quizá una de las más llamativas. Elina Nechayeva con la canción lírica La forza, íntegramente en italiano, lució un espectacular vestido de gala valorado en 65.000 euros en el que se veían proyecciones audiovisuales que ha hecho de la actuación de la estonia un verdadero espectáculo.
En quinta posición llegó Austria. Cesar Sampson fue elegido por votación para interpretar Nobody but you, una canción de desamor con una puesta en escena futurista. Para él no era un tema nuevo participar en Eurovisión, ya lo hizo como corista de Bulgaria en las dos ediciones anteriores. Alexander Rybak fue el representante de Noruega. Con su ya conocido violín, regresó al certamen nueve años después de ganar el micrófono de cristal en 2009 con la cancion That's how you write a song.
Espontáneo y saltó mortal de Mikolas Yosef
Cuando parecía que la gala seguía su curso normal, un espontáneo saltó al escenario del Altice de Lisboa durante la actuación de Reino Unido. Le quitó el micrófono a SuRie, que no daba crédito a lo sucedido, y pronunciaba un mensaje ininteligible. No era la primera vez que la representante de Reino Unido pisaba el escenario de Eurovisión. Participó como corista en 2015 y 2017, pero finalmente no pudo ser la única protagonista de la noche. Su actuación fue empañada por la incursión de este espontáneo, pero finalmente decidió no repetir la actuación, de la que se sentía muy orgullosa.
Llegó el turno de una de las favoritas: Francia y República Checa. El dúo formado por el matrimonio Emile Satt y Jean Karl representó al país galo con una canción dedicada a una niña nigeriana que nació a bordo de un barco de rescate de inmigrantes. Este tema humanitario ha despertado los sentimientos de todos los países y se coló en el 'top 10' de las apuestas horas antes de la gran final. Mikolas Josef, el representante de la República Checa, ha emocionado a Europa con su tema Lie to me. Josef tuvo que cambiar parte de la coreografía después de haber sufrido una lesión en uno de los primeros días de ensayos en Lisboa. Sinembargo, pese al péligro, finalmente no has deleitado con un salto mortal que ha hecho enloquecer al público.
LLegó el turno para Dinamarca y el grupo Rasmussen que interpretó un tema en danés y de temática vikinga Higher Ground. El vocalista principal de su banda Hair Metal Heröes, nada más salir a actuar fue apodado en las redes sociales como 'el Jared Leto de la noche'. La representante de Australia, Jessica Mauboy, tambien tuvo su momento estelar poniendo a bailar al público con un baile tribal y sus movimientos de We got love. Jessica fue telonera de Beyoncé y Chris Brown en sus giras por Australia y actuó para el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, de ahí su poderío sobre el Altice Arena.
La decimoséptima actuación fue la de Finlandia. Saara Aalto cantó Monsters con una apuesta en escena de lo más espectacular de la noche. Este país solo logró ganar Eurovisión en 2006 con Lordi, pero ha quedado en la última posición hasta en nueve ocasiones. Bulgaria y su banda Equinox, creada específicamente para el certamen, llegaron a sorprender con su estilismo gótico y Moldavia nos hizo reír con la parodia de un trío moldavo compuesto por Marina Djundiet, Eugeniu Andrianov y Sergiu Mita.
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Israel, la gran favorita desde el principio
Suecia partía otra de las favoritas con la canción Dance you off. Benjamin Ingrosso, de 20 años, cumplió este año su sueño de actuar en el certamen europeo en el qque no pudo participar el año anterior. Su madre, que se presentó hasta en cinco ocasiones, aunque sin éxito. Después de Hungría llegó el turno de otra de las grandes favoritas, la isreaeli Netta, que con su canción Toy actuó en la posición 22 y puso a todo el mundo en pie que coreaba el tema más popular de la velada y que nos hartaremos a escuchar este verano. A sus 25 años, Netta ganó el talent show The Next Star for Eurovision que le valió para lograr el billete al Festival de Eurovisión 2018
Irlanda ha sido el país que más veces ha ganado el festival de Eurovisión, siete veces. Su candidato Ryan O’Shaughness, conocido como autor de telenovelas en su país y por participar en la edición irlandesa de La Voz, interpretó la balada Together que habla de las diferentes tipos de relaciones que pueden existir.
Después de casi tres horas de espectáculo se acercaba el final con las actuaciones de Chipre e Italia. La apodada Beyoncé del certamen, Eleni Foureira, calentó literalmente el escenario con su tema Fuego representando a Chipre con una canción dance y electrónica. Chipre tampoco ha ganado nunca el Festival, ni tampoco este año lo ha logrado, pero ha tenido tanto éxito que ya existe su versión en español. Recordemos que Eleni mantiene un fuerte vínculo con nuestro país, ya que su novio es el futbolista español Alberto Botía.
Y por último llegó la canción de Italia en homenaje a las víctimas de los atentados terroristas, Non Mi Avete Fatto Niente, mostrando un absoluto rechazo a la violencia y al terror vividos en Barcelona, Niza, París o Londres. Con ellos, Ernal Meta y Fabrizio Moro, dieron por finalizadas las actuaciones. Desde ese momento, la suerte estaba echada
El regreso de Salvador Sobral a Eurovision
Para poner el broche de gala, llegó uno de los momentos más esperados, la actuación de Salvador Sobral, la persona que logró posible que el festival se celebrase en Portugal. El representante luso volvió a actuar para Europa tras someterse a un trasplante de corazón que lo retiró de los escenarios. Dos temas fueron los que interpretó, uno de ellos junto a Júlio Resen de Mano a mano, y a continuacion, el más elogiado del cantante junto al intérprete brasileño Caetano Veloso, Amar pelos dois, que le dio el triunfo el pasado año.
Conocida la decisión del jurado en el que el resto de países nos han dado 43 puntos, llegó el turno del televoto popular. Después de la participación de Nieves Álvarez, radiante con un esmoquín del conocido modisto Juan Avellaneda, como encargada de dar las puntuaciones de España -doce puntos a Chipre, diez a Israel, y ocho a Austria-, con el voto popular hemos sido los terceros menos votados. Tan solo hemos logrado dieciocho puntos, finalizando en el puesto 23 de los 26 participantes. Una pena, otra vez será. En una final muy reñida con Chipre y su tema Fuego, Israel ha logrado la victoria.
¡Esto ha sido todo el Festival de Eurovisión!
Así fue el momento en que Netta se proclamó vencedora