La heredera de la conocida familia de banqueros, Kate Rothschild, ha sufrido un robo en su propia casa del suroeste de Londres mientras sus hijos estaban en casa durmiendo. Los ladrones se llevaron joyas por valor de 575.000 euros del dormitorio entre los preciados bienes se encontraban diferentes piezas heredadas de su familia y el anillo de compromiso y de boda con Ben Goldsmith, de quien se divorció en 2013. La víctima supo lo que había ocurrido cuando volvió a casa junto a su pareja, el empresario Paul Forkan, que tuvo que acceder por la ventana de la habitación al descubrir que esta había sido cerrada desde dentro.
Los ladrones escalaron hasta la ventana y consiguieron llevarse un gran joyero que incluía todo lo que Kate consideraba más preciado, incluyendo piezas que pertenecían a su padre, el banquero Amschel Rothschild, que se suicidó en 1996 cuando ella tenía 13 años. Se menciona particularmente un broche de diamantes con forma de libélula, considerado una antigüedad, un brazalete retro de oro y rubíes y otro de oro. Cuando la pareja entró en su casa sobre las dos de la mañana nada parecía sospechoso hasta que llegaron al dormitorio, donde tampoco había signos de que hubiesen sido víctimas de un robo. Ni siquiera el perro de la familia fue consciente de lo ocurrido, según informa la familia.
Ben Goldsmith ha actuado como portavoz de Kate Rothschild y ha asegurado en declaraciones con el medio británico Evening Standard que su exmujer siente como "su espacio personal ha sido invadido, pero está aliviada de que nadie haya sido herido". Los pequeños Frank, de 12 años, Isaac, de 10, y su niñera estaban durmiendo en el momento de los hechos por lo que el mismo Goldsmith agradece que no haya habido males mayores que lamentar. "Espero que recuperemos lo que se ha perdido", confesaba él, explicando que muchos de los objetos robados tenían un significado especial para ellos y deberían ser en el futuro de sus hijos. "Pagaré recompensa a aquel que pueda ofrecer información útil sobre el robo", añadía el ecologista. En cambio, aún no ha habido detenidos.
Kate Rothschild y Ben Goldsmith protagonizaron "la boda de la década" en Inglaterra en 2003, a la que acudieron 600 distinguidos, entre los que se encontraron personalidades tan influyentes como los príncipes Michael de Kent y su hijo Lord Frederick Windsor así como Laura Rose, hija de Camilla Parker Bowles. Su separación también copó titulares, cuando Ben solicitó el divorcio a su esposa tras nueve años de matrimonio, alegando infidelidad por su parte con el rapero estadounidense Jay Electrónica (nombre artístico por el que se conoce al artista Timothy Thedford). Ambos protagonizaron entonces una auténtica batalla pública por Twitter, en la que llovían las acusaciones, a la que pusieron fin con un sincero comunicado: "Nos arrepentimos de lo ocurrido. Nuestras emociones y la de nuestros amigos estaban a flor de piel y en ese momento dijimos cosas en público que no debían haber traspasado lo privado. Asumimos nuestra entera responsabilidad".