Pelayo Díaz vuelve a la televisión con 'mucho ritmo'
El estilista cambia radicalmente de formato y sorprende con una nueva faceta
Tras el final de Cámbiame, el formato que le ha convertido en una estrella, Pelayo ha encontrado otro hueco en la parrilla televisiva, aunque el nuevo proyecto poco tenga que ver con lo que había hecho hasta ahora. Bailando con las estrellas es el programa en el que próximamente debutará como concursante el que fuera estilista en el programa de cambio de imagen. A pesar de que la figura del asturiano se ha convertido en habitual de la pantalla en los tres años que ha durado su último trabajo, lo cierto es que lleva formando parte de la crónica social desde 2012 cuando se hizo pública su relación sentimental con el diseñador David Delfín.
Bailando con las estrellas es la nueva apuesta de Televisión Española tras el éxito arrollador de Operación Triunfo. En lo que es toda una declaración de intenciones para mantener los millones de espectadores que los jóvenes aspirantes a artista han conseguido aglutinar frente a la pantalla este invierno, la cadena pública ha fichado como presentador del nuevo programa a Roberto Leal, considerado una de las causas del triunfo del relanzado OT, y a Rocío Muñoz. Con nombres como el de la nadadora Gemma Mengual,Topacio Fresh o Pablo Ibáñez, el televisivo Hombre de Negro, confirmados para batirse en duelos de baile a partir de la primera semana de mayo, ahora Pelayo es otro de los rostros que pronto bailará en las televisiones de toda España.
Pelayo Díaz fue uno de los primeros 'it-boy' españoles. Empezó en el mundo de la moda en el año 2007 con su blog Katelovesme, una web que sin embargo no alcanzó repercusión hasta pasados varios años, durante los cuales el estilista televisivo se formó en Central Saint Martins de Londres, una de las universidades de moda más prestigiosas del mundo. A raíz de su graduación, el joven empezó a colaborar con distintas marcas de lujo del mundo de la moda, lo que supuso su consagración como estilista y el primer contacto con el que luego sería su pareja, el modisto español David Delfín.
Al margen de su relación personal, en lo profesional Pelayo empezó a colaborar con la firma de su pareja como diseñador de accesorios para la marca, un vínculo que permaneció en el tiempo tres años más que los dos que duró el noviazgo entre ellos. A pesar de la ruptura ambos mantuvieron un fuerte vínculo y una estrecha amistad que duró hasta el final de los días del malogrado Delfín, siendo el de Oviedo uno de los asistentes al funeral de David que más desolado apareció ante los medios.