Se ha hablado mucho de él durante años y ahora ha llegado su momento. Alonso Guerrero, exmarido de la reina Letizia -etiqueta con la que ya ha aprendido a vivir-, se abre en canal en su nuevo libro, El amor de Penny Robinson (Editorial Almuzara), y a través de su protagonista, que lleva su mismo nombre, nos cuenta en una perfecta mezcla de autobiografía y ficción en qué se convirtió su vida desde que aquel 3 de noviembre de 2003 en que se anunció el compromiso matrimonial del entonces príncipe de Asturias y doña Letizia. Ahora, los que no le conocen en persona, pueden pensar, por su imagen, que es demasiado serio, pero, en el cara a cara, la cosa cambia, y nos encontramos a un hombre de buen carácter, simpático, ingenioso y que utiliza muy bien la ironía cuando se le pregunta en la rueda de prensa por la actual reina de España durante la presentación en Madrid de su última obra, una novela en la que "no hay mentiras" y recoge sus "sentimientos".
- Aunque no ha querido prestarse a ello, seguro que ha recibido muchas ofertas televisivas para contar su relación con doña Letizia.
- Sí, muchísimas. Normalmente, me suelen hacer esa petición.
- ¿Y usted no las acepta?
- De momento, no.
- ¿Y no las acepta por pudor, por respeto?
- Sólo por pudor.
- Sí siente tanto pudor, ¿cómo ha novelado esa parte de su vida?
- Porque la he convertido en un argumento literario, solamente por eso. No he contado mi vida. Esta novela no es mi vida. Son mis sentimientos, que es diferente. Hay mucha ficción, pero no hay mentiras. Lo que me ha atraído de esta historia es el argumento, me sentí muy atraído por él. Y cómo tal, muchos de los acontecimientos no han ocurrido.
- Pero, en el libro, se ve claramente que hay escenas sacadas de la realidad.
- Convertidas en secuencias literarias.
- ¿Le cerraron muchas puertas las editoriales cuando presentó por primera vez el contenido de esta obra?
- Sí, claro, hubo puertas cerradas, pero no puedo hablar de eso. Siempre hay censuras y autocensuras, pero de puertas adentro de las editoriales no puedo hablar. Tuve la suerte de encontrar a Almuzara, que ha publicado muy bien la novela. Tenía que salir y, si no se hubiera publicado ahora, se habría publicado más adelante.
- ¿Su exmujer ha leído el libro? Consta que le admira como escritor.
- Lo ha leído, sí.
- ¿Y qué le ha parecido?
- He dicho ya varias veces que no voy a darle esa publicidad al libro. Sería una publicidad contradictoria, porque el libro lo que está persiguiendo, realmente, es eludir ese tema. Se ha eludido desde la primera a la última página. Para calmar la curiosidad, solamente voy a decir que las opiniones han sido favorables. Lo que no sé es si el Rey lo ha leído.
- ¿Este libro ha sido, entonces, una especie de catarsis por lo que ha sufrido?
- Nunca escribo por catarsis, jamás. Para eso me emborracho. Yo he sido siempre un escritor de ficción pura y me encontré con algo que merecía la pena ser escrito. Es algo que no podía dejar pasar, eso es lo que me ha ocurrido.
- Pues llegaron a decir que lo ha publicado a modo de “ajuste de cuentas”…
- No existe ningún “ajuste de cuentas” en este libro. Yo no me vengo de nadie. No hay ese ingrediente en mi libro. Simplemente es la recreación de una situación que tenía que ser contada.
- ¿Cuánto tiempo le llevó escribirlo?
- Un año. Y lo empecé a escribir hace ocho, más o menos.
- ¿Se ha enterado del enfrentamiento reciente de doña Letizia y su suegra, la reina emérita, doña Sofía?
- No me incumbe.
- ¿Pero usted reconoce a esa Letizia con ese carácter?
- No me incumbe.
- Ha formado parte de su vida ¿cómo la recuerda?
- Pregúnteselo a ella. Hace tanto tiempo que no tengo contacto con ella, que no tengo porque opinar. Lo que ocurra en otras familias realmente me da igual.
- Pero ¿cómo la ve?
- La veo en la televisión.
- ¿Cuándo dejó de impactarle ver a su exmujer en la televisión como la reina de España?
- ¿Cuándo dejó de impactarme? Nunca me ha impactado.
- ¿Cómo la ve? ¿La sigue viendo atractiva?
- ¡Qué preguntas! No tengo nada que decir al respecto.
- ¿Es una mujer tan fría y calculadora como dicen?
- Mis recuerdos son míos y he dicho que no quiero hablar de doña Letizia Ortiz porque no quiero desvelar mi intimidad.
- ¿Le molesta la presión mediática?
- Mucho. Es como un herbicida de contacto y, en lo que me toca a mí, claro que la he sufrido. Es lo que cuento en el libro. He sentido presión por todas partes y he conseguido un anonimato durante años que ahora, con la publicación del libro, he vuelto a perder. Pero la presión está ahí y yo creo que siempre estará.
- Y la publicación de este libro incitará a ello.
- Sin duda. Pero yo no quiero que esa presión recaiga sobre mí. Este libro trata de lo que trata y hay que fijarse en cómo empieza y en cómo acaba. La tensión argumental está en lo que yo sentí y lo que me interesa es expresarme yo mismo. Si no hubiera planteado el libro de otra forma y estaría en las televisiones contando cosas. Pero no lo he hecho así.
- ¿Es cierto que llegaron a robarle las cartas del buzón?
- Me han robado muchas cosas, muchas cartas, dibujos… Mi abogado me dijo una vez que habían visto a alguien metiendo unas pinzas en mi buzón y llevándose algo.
- Parece un hombre muy paciente, ¿ha llegado a perder los nervios en alguna ocasión durante estos años?
- Más que perder los nervios, he sentido incomodidad, que es lo que te produce la presión mediática. Es difícil vivir la vida como una huida, al menos durante los primeros meses o los dos primeros años. Es incomodidad y el no poder agarrarte a los valores que siempre has tenido porque te sientes un poco desarraigado. Así que no he perdido los nervios, pero si he estado un poco enajenado. Los medios te enajenan bastante.
- ¿Ve convertida esta novela en una película?
- Yo creo que sí, que un buen guionista podría llevarla al cine aunque a lo mejor me he pasado con la reflexión en algunos momentos.
- ¿Escribirá algún día una segunda partes con los mismos tintes autobiográficos?
- No, no voy a volver a tocar este tema.
- ¿Está convencido de que los amigos que estuvieron en su boda con Letizia nunca venderán las fotos de la ceremonia?
- Espero que no, no tendría sentido. Mis amigos tienen fotos a porrillo y nunca las han dado a los medios de comunicación. Es porque tengo buenos amigos, simplemente por eso.
- ¿Está usted enamorado actualmente?
- Por supuesto que estoy enamorado.
- ¿Le resultará, entonces, incómodo que le cuelguen siempre la etiqueta de exmarido de doña Letizia?
- Muy incómodo. A otros autores normalmente le preguntan sobre sus libros y a mí me preguntan sobre la Reina. Es incómodo, una cosa rara, cuando uno quiere explicar su visión del mundo y le preguntan por ese tema.