Los compromisos profesionales se agolpan en la agenda de Sara Carbonero. La periodista, que ahora vive en Oporto junto a Iker Casillas y sus dos hijos, Martín y Lucas, puso esta semana rumbo a Verona (Italia) para ser testigo en directo del desfile en el que se presentaron las novedades de Calzedonia, marca de la que es embajadora española en la campaña de este verano.
La periodista, por primera vez, se atreve a quitarse la ropa para mostrarse en bañador. Algo a lo que se sentía reacía a pesar de que los suyos siempre la han animado a hacerlo. Ha sido ahora cuando se ha visto segura y preparada para ponerse delante de una cámara y quitarse así ese complejo que tiene.
Y es que Sara vive uno de sus mejores momentos. Volcada en la maternidad pero sin renunciar a los proyectos que más le llaman la atención, la periodista desvela el que podría ser su nuevo reto profesional: su primer libro. Algo que parece que ya se está fraguando. Todo ello, mientras espera con ansia su futuro destino, pues hasta que Iker no acabe la temporada con el Oporto, la familia no decidirá si se muda a Estados Unidos o a otro punto de Europa, aunque aún cabe la posibilidad - mínima- de que permanezcan en la ciudad lusa que les ha acogido los últimos tres años. Descartada queda ya la opción de China. Tal vez en este nuevo país, la pareja dé el paso de ir a por el tercer niño, algo que Sara parece estar deseando.
¿Te ha costado posar en bañador?
Muchísimo. Una de las cosas que me animó a hacer esta campaña es quitarme ese complejo que tengo y que es un poco absurdo porque no hay nada más natural y más bonito que un cuerpo. Además, no lo había hecho nunca y pensé que era un buen momento.
¿Por qué ese pudor? ¿Tienes algún punto flaco que no quieres mostrar?
No, no, es que eso de mostrar tu cuerpo es algo muy personal. Estás, además, posando para una cámara, no paseando por una playa. También es verdad que luego me ha resultado mucho menos difícil de lo que yo pensaba. Ha sido muy divertido.
¿Iker qué opina?
Está encantado.
¿No se pone celoso?
¡Para nada! Me ha animado muchísimo, faltaría más.
A la vista está que tienes un cuerpazo. En tus imágenes publicitarias en bañador ¿hay Photoshop o no?
La marca, el fotógrafo y yo hemos hablado de que queríamos las fotos lo más naturales posibles. También hay un vídeo y creo que no puede haber ni trampa ni cartón. De hecho, siempre pido que no se utilice. Y no sólo en el cuerpo, también en la cara. Lo que pasa es que al ampliar la foto al tamaño marquesina, una mancha, una arruga o un pliegue, por muy pequeño que sea, se nota. Por eso no me gusta decir que no hay nada de Photoshop.
¿Cómo valoras la experiencia?
Ha sido muy buena, salvo por el frío que pasamos en Ibiza, donde estábamos a uno o dos grados en la playa. Afortunadamente, estaba arropada por un equipo maravilloso y por un fotógrafo que ya conocía, Xavi Gordo. Al final, lo pasamos bien.
Ayer estuviste en Verona y fuiste a ver la estatua de Julieta, al que las chicas suelen pedir deseos. ¿Cuál fue el tuyo?
Fue por una broma con una amiga con la que iba, que no tiene pareja. Se empeñó en seguir la costumbre porque dicen que si le tocas un pecho trae suerte para encontrar el amor. O si estás emparejada, para regresar a la ciudad. Yo, como de amor voy bien servida, lo hice para volver, porque me pareció una ciudad maravillosa.
Hablando de amor, ¿cuál es tu futuro con Iker? ¿Dónde tenéis pensado iros a vivir? Se baraja Inglaterra, China o Estados Unidos
Siempre digo que, en el mundo del fútbol, no hay nada decidido hasta que acaba la temporada. Ahora mismo, en Oporto, está súper emocionante la Liga. Pueden ganarla. Y también la Copa. Así que imagino que, todo lo relacionado con el porvenir de Iker, estará relacionado con los resultados finales. No tomará una decisión hasta que finalice esta temporada.
¿Te gustaría irte a China?
Eso está descartado porque allí no fichan porteros extranjeros. Pero, de verdad, no hay nada de nada decidido y yo soy la primera que quiero saberlo.
¿Prefieres quedarte en Europa o ir a América?
Como Iker está entrando casi en su etapa final, lo que quiero es que la alargue lo máximo posible y que esté contento allá donde vaya.
¿Cabe la posibilidad de quedaros en Oporto?
Es que no lo sé, no tenemos ni idea, de verdad. Por caber, caben todas las posibilidades. Pero hasta junio o julio no sabremos nada. Estar en Oporto está bien, porque ya nos sentimos como en casa, tengo muchas amigas y los niños están perfectamente adaptados. En ese sentido, sería maravilloso. Y lo de Estados Unidos es una aventura que me apetece, siempre lo he dicho.
¿Y tus proyectos profesionales?
Precisamente, por esto de lo que estamos hablando, no puedo organizar. Me llaman, me proponen cosas, sobre todo relacionadas con la escritura, que me apetece mucho y que sí puedo hacer. Respecto a todo lo demás, como no sé dónde voy a estar, no puedo. Ahora mismo, lo que más feliz me podría hacer es hacer algo relacionado con la literatura. Y si algún día publico un libro, con una editorial, quiero que sea algo digno de leer. Se está fraguando.
Se ha dicho que, hace poco, te habías vuelto a reunir con Mediaset.
No es cierto, no me he visto con Mediaset desde que renové mi excedencia. Ahora estoy haciendo publicidad porque es lo que puedo hacer estando en Oporto. Y me encanta. Pero no me puedo embarcar en más cosas. Aunque esté a una hora de avión, estoy en otro país y, al final, los niños ya se enteran cuando te vas, sobre todo el mayor. Y a mí me cuesta separarme.
Sí os vais de Oporto, ¿ellos lo echarán de menos?
Sí, sobre todo Martin. Él llegó a Oporto con un año y medio y ahora tiene cuatro. Ha hecho un montón de amigos y habla muy bien el idioma, como un portugués más.
Por cierto, también reconocías hace poco que os apetece tener más niños.
Nos apetece y siempre hemos dicho que tres hijos estarían muy bien, pero cuando venga, como se suele decir.
¿Cómo son tus dos hijos?
Me gusta mucho este momento porque ya tienen casi dos y cuatro años. Lucas ya habla mucho y se entretienen los dos y juegan mucho juntos, que es lo fundamental para mí.
¿Son buenos?
El pequeño es más revoltoso que su hermano mayor.
¿Y Martín tiene celos?
Ya no. Tienen las típicas peleas cuando quieren el mismo juguete o si se le coge a uno en brazos, él otro también quiere.
¿Tienen “mamitis”?
No especialmente. Tenemos la suerte de que están muy unidos a los dos.
¿Qué tal llevas estar lejos de la familia?
Bueno...ya estamos muy acostumbrados. Además, es una lejanía relativa y, casi todos los fines de semana, tenemos a gente en casa.
¿Qué planes de vacaciones tenéis para este verano?
Todavía no lo tenemos, claro. En principio, vamos a ir unos días a Rusia, al Mundial, porque Iker va a ir y a mí también me gustaría para ver a los amigos. Y luego intentaremos escaparnos unos días.