Después de haber fijado su residencia en Los Ángeles desde hace ya algún tiempo, Miguel Ángel Silvestre parece haberse integrado a la perfección al estilo de vida americano. Camino de convertirse en una de las promesas latinas de Hollywood, el actor ha hecho un alto en el trabajo -en la actualidad prepara la adaptación mexicana de la película La boda de mi mejor amigo- para desplazarse a San Francisco y asistir a una fiesta de la firma de joyería Cartier, evento que ha coincidido con la celebración de su 36 cumpleaños. El protagonista de Sin tetas no hay paraíso se hacía eco de la cita a través de sus redes sociales y, además, agradecía a sus dos millones de seguidores sus felicitaciones por su aniversario.
“Gracias por todos vuestros mensajes, vuestro cariño y apoyo. Os deseo muchas alegrías y buenas sensaciones!”, escribía el intérprete junto a una refrescante imagen en la que presume de su impresionante físico en la playa. Considerado como uno de los hombres más atractivos del panorama nacional, Miguel Ángel también triunfa al otro lado del Atlántico donde ha conseguido hacerse un hueco en su ajetreada vida social. De este modo, fue uno de los invitados a la fiesta que la exclusiva casa Cartier ofreció en San Francisco con motivo del lanzamiento de su nueva colección de relojes Santo, uno de sus modelos más míticos. Un evento al que también asistieron otras celebridades como los actores internacionales Freida Pinto y Jake Gyllenhaal, uno de los embajadores de la marca. Un momento que quiso compartir con sus fans a través de su perfil de Instagram marcándose un divertido baile mientras se preparaba para la gala.
Un clip en el que demuestra que es un experimentado bailarín al que no se le resiste ningún estilo. No en vano, el castellonense publicó hace escasos días otras sorprendentes imágenes en la que demostraba sus dotes sobre la pista junto a Pedro Pascal, uno de sus compañeros de reparto en la serie Narcos. Tal y como él mismo ya contó en una ocasión en las redes sociales, fue una tía quien le inició en esas artes. “Mi tía María me enseñó un poquito a bailar cuando era pequeño, me decía que algún día sacaría a las chicas a bailar y me acordaría de ella. Quería tía María, me acuerdo muchas veces de ti, no porque baile con muchas chicas, ¡ya me gustaría!, sino porque ¡tengo muy bonitos recuerdos a tu lado!”, relataba hace unos meses.
Al igual que en otras ocasiones, Miguel Ángel estuvo a la altura de las circunstancias mostrando su cara más elegante, decantándose por un sofisticado atuendo para el evento. Se trataba de un traje de chaqueta oscuro que combino con una camisa blanca abotonada hasta el cuello y que quiso complementar con sus inseparables gafas de sol. Un look clásico pero efectivo con el que puso de relieve que en materia de moda siempre sabe cómo acertar.