La espectacular mansión en la que vivieron Donald e Ivana Trump a la venta por ¡36 millones!

La lujosa residencia situada en Greenwich, Connecticut, fue vendida tras su divorcio y dispone de un exclusivo equipamiento

por Gtresonline

Llegó a la presidencia de los Estados Unidos hace algo más de un año, pero la actual residencia de Donald Trump no es la primera ‘Casa Blanca’ que habita. La mansión que compartió con su exmujer, Ivana Trump, vuelve a estar en el mercado por la elevada cantidad de 36,5 millones de euros, mucho más que su valor de compra original, según ha informado el Wall Street Journal. Se trata de una impresionante propiedad de casi 2.000 metros cuadrados construida originalmente en 1939 y situada en la península de Indian Harbor, una exclusiva zona de Greenwich (Connecticut), que el matrimonio adquirió en 1982 por 3,2 millones de euros.

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Sus propietarios actuales, Robert y Suzanne Steinberg, la adquirieron en 1998, varios años después del divorcio del empresario y su esposa en 1992, por 12 millones de euros. Ahora pretenden traspasarla por el triple de ese valor, tras haberlo intentado sin éxito durante varios años por mucho más. Así, en 2015 fijaron su precio de venta en 44 millones de euros pero al no encontrar un comprador durante más de dos años, han decidido hacer una significativa rebaja.

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Lo cierto es que se trata de una residencia de auténtico lujo en la que el matrimonio Trump residió con sus tres hijos durante 10 años y que Ivana se quedó tras la separación. La propiedad cuenta con 8 dormitorios, 13 cuartos de baño, 3 apartamentos para el personal de servicio, teatro, piscina, pista de tenis, campo de golf, un extenso jardín de 2,5 hectáreas y muelle privado. Un completo equipamiento que sus posteriores dueños ampliaron con una nueva construcción de 370 metros cuadrados -que incluye otra piscina, sauna y varios cuartos de invitados- en el año 2000, lo que ha encarecido aún más su valor original.

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No obstante, su decoración actual dista mucho de cómo era cuando estaba habitada por sus antiguos inquilinos. Al parecer, Donald e Ivana hicieron numerosas reformas e impregnaron su hogar del recargado estilo tan propio de la década de los 80, en el que predominaba el color dorado. “Tenían decorada la casa de manera muy lujosa", declaró Tamar Lurie, agente inmobiliaria de la zona, al Wall Street Journal. “Pero los Steinberg acabaron con eso, haciéndolo mucho más habitable, relajado y bastante elegante", concluye. Muestra de su ostentosidad es el impresionante recibidor de la mansión, en el que destaca una gran escalera de doble ala, además de paredes de mármol y una gran lampara colgante de cristal.

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