La mejor manera sin duda de comenzar la semana es esta. La sonrisa de sus pequeños es la inyección de energía más eficaz para Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano Ronaldo, que ha arrancado este lunes de la manera más tierna. Como ha compartido en sus redes, ha salido a pasear empujando el cochecito en el que van tranquilamente Alana Martina, a la derecha de la imagen, y, parece, Mateo, uno de los mellizos del futbolista. Los bebés no pueden estar más sonrientes, ¿quién no se derretiría al ver esta imagen? Eso es lo que le pasa a la modelo que no duda en compartirla con sus millones de incondicionales.
“Paseíto mañanero y miradas amorosas a mamá” escribe junto a varios corazones. La verdad es que los bebés están preciosos y es esa ternura la que desprenden las palabras de la modelo cada vez que muestra alguna imagen de los pequeños. En otra instantánea se la puede ver con ropa de deporte, eso sí con un abrigo para no coger frío, junto a la que pone una imagen de meditación, quizá una muestra de lo relajantes que son para ella estos ratitos.
Orgullosa y enamorada de la numerosa familia que ha creado junto al futbolista Cristiano Ronaldo, Georgina dedica parte de su tiempo a disfrutar de los peques. Nadan en la piscina, juegan y salen de paseo. Algunas veces, claro, si sus compromisos se lo permiten, el deportista les acompaña, aunque también sacan tiempo para sus planes en pareja. ¿El último? Lo que parecía ser un almuerzo o desayuno para dos el último día de la Semana Santa.
Además de en criar a sus retoños, la energía de Georgina se vuelca también en sus estudios de Contabilidad en el Centro de Estudios Financieros y en el deporte que practica con regularidad. Todo forma parte de su vida, cuyos retazos muestra en las redes sociales, donde se ha convertido en toda una "reina". Con más de 4 millones doscientos mil seguidores en Instagram, la modelo muestra no solo su día a día con los niños sino que desvela sus trucos de belleza y los ejercicios que practica para estar así de en forma.
Aunque disfruta de la popularidad, de su legión de fans y de la preciosa familia que ha formado junto al astro del balón, sus inicios no fueron fáciles. “A los 17 años me fui de Jaca a buscarme la vida porque no quería vivir en un pueblito pequeño donde no hay mucho que hacer. Como tenía claro que si me quedaba en Jaca no iba a ahorrar nada, trabajé de camarera en un pueblo pequeño de Huesca, de 300 habitantes, en el que no había nada, donde alquilé un piso y compartí habitaciones con unos profesores interinos. Cuando tuve lo suficiente, me viene a Madrid, que era mi verdadero objetivo”, cuenta en una entrevista con XL Semanal que recoge ABC.
Siempre se ha tenido por una persona “muy echada para adelante”, pero al llegar a la capital también tuvo sus miedos. “Gracias a Dios, di con gente muy buena desde el principio; pero también es verdad que he aprendido a separar muy bien las amistades, ya que mucha gente se ha acercado a mí y me ha hecho daño, queriendo o sin querer. Llegué sola a la capital con 19 años y me puse un escudo, pero es verdad que me entró un poco de miedo al principio”. Su vida de ahora, rodeada de lujos, dista mucho de sus orígenes y asegura que sabe distinguir perfectamente a las personas: “Sigo teniendo mis amigos de antes y sé descartar muy bien a la gente que se arrima por algo. ¡Experiencia de la vida! Una ya selecciona bien a quién quiere tener al lado y a quién no”.