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El último capricho de Justin Bieber puede salirle muy caro. El espectacular Lamborghini que el propio cantante se regaló recientemente por su 24 cumpleaños es capaz de acaparar todas las miradas; incluso las de los agentes de tráfico, hasta el punto de convertirse en un auténtico imán para las multas. Esto fue lo que le sucedió hace muy poco, cuando lo estacionó en un lugar no apropiado con la correspondiente sanción que esto le acarreó. A pesar de su popularidad, el intérprete de Sorry no se escapa a la ley y no es la primera vez que es sancionado al volante por cometer alguna imprudencia. Así, sus infracciones, sumadas al elevado coste de su exclusivo vehículo, le pueden ocasionar algún que otro ‘gasto extra’.
La estrella salió a pasear por un parque de Los Ángeles junto a una amiga, cuya identidad no ha trascendido, y cuando regresó se encontró con la desagradable estampa. Momentos antes, una agente de servicio paraba su coche patrulla junto al de Justin y procedía a ponerle una multa en el parabrisas de su deportivo, de un llamativo color azul cielo. Aunque en el lugar no había ninguna placa ni señalización que indicara que no se podía aparcar en la zona, el artista no se libró de la amonestación, cuyo coste podría oscilar entre los 60 y los 125 dólares (de 50 a 100 euros, aproximadamente), según el área de la ciudad en la que se encuentre.
A pesar de su juventud, la el canadiense siempre ha tenido una gran debilidad por los coches deportivos y su última adquisición llama especialmente la atención por su estética futurista. Se trata de un Lamborghini Aventador S, uno de los modelos más potentes de la casa italiana, con un motor de más de 730 caballos de potencia y cuyo precio puede ascender a los 380.000 euros; un capricho fuera del alcance de todos los bolsillos. Una afición que también comparte con otras estrellas, como las hermanas Kardashian-Jenner, propietarias de un lujoso e increíble parque móvil.
Aunque se trata de pequeños incidentes sin demasiada importancia, lo cierto es que se suman a la mala racha personal por la que parece atravesar Justin, desde que hace pocos días se conociera su nuevo distanciamiento de Selena Gomez. Aunque el verano pasado cancelara su gira para unirse a la Iglesia Hillsong y encarrilar su vida enfocándose en la espiritualidad, las crisis con la cantante siguen siendo una constante. Hasta el punto de que la joven pareja decidiera ponerse en manos de un especialista y acudir a terapia para solucionar sus diferencias.
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