Colin Firth y Livia Giuggioli, están hartos. El actor y su mujer, que tienen dos hijos en común, han sufrido durante meses el acoso de un periodista italiano de la agencia Ansa llamado Marco Branaccia, amigo de la productora de cine. Ahora ya respiran aliviados después de denunciar ante la Fiscalía de Roma que la esposa del intérprete ha recibido llamadas, mensajes e incluso fotografías inapropiadas. Rápidamente, las autoridades se pusieron a trabajar en el caso y a investigar el origen de las amenazas recibidas por parte de la esposa del intérprete de El diario de Bridget Jones y en estos momentos están a la espera de juicio.
Todo comenzó en septiembre de 2016. Hasta entonces, Livia Giuggioli, que mantenía una vieja amistad con el reportero, quiso ponerle fin, algo que al parecer Marco Branaccia no estaba dispuesto a asumir, tal y como reveló en su día La Repubblica. Ahí empezaron las llamadas y los mensajes del periodista, que llegó incluso a amenazarla con publicar artículos comprometedores que pudieran poner en peligro su prestigio y su matrimonio con Colin Firth. Los movimientos del reportero tenían "aterrorizada" a la productora de cine, que mantiene que llegó a decirle cosas como "si rompes nuestra amistad, te arruino la vida".
Durante meses, el matrimonio mantuvo la prudencia y guardó silencio confiando en que las amenazas cesaran. Pero lejos de que tocaran a su fin, fueron a más, tal y como consta en la denuncia, que refleja que en una de las ocasiones Marco Branaccia envió al actor un correo electrónico con unas fotografías en las que aparecía su mujer desnuda. Fue el punto de inflexión para que Colin Firth y su mujer decidieran poner el asunto en manos de las autoridades. En su demanda ante la Fiscalía de Roma, Livia Giuggioli declaró que los mensajes y llamadas intimidantes se producían a cualquier hora del día. "Vivía atemorizada", afirmó al tiempo que reconoció que las acciones de su acosador le obligaron a cambiar sus costumbres y su estilo de vida hasta el punto de tener miedo a salir de su casa.
"La pareja presentó una queja a los fiscales y la policía ha estado investigándolo", ha afirmado recientemente un portavoz de la policía en conversación con The Times. Ahora, Colin Firth y su esposa confían en que el juicio se celebre cuanto antes y mientras tanto guardan silencio porque consideran "inapropiado" hacer declaraciones mientras la investigación estaba en curso. Por su parte, los representantes legales de Brancaccia se afanan en demostrar la inocencia del periodista italiano y ya han declarado que lo relatado por la productora de cine nada tiene que ver con la realidad. "El señor Brancaccia no tiene absolutamente nada que ver con los hechos descritos y ya ha presentado una demanda legal para proteger su buen nombre y su honor, y para poder proporcionar su versión de la verdad de lo que sucedió", han manifestado.