Desde que Emily Ratajkowki sorprendió, hace apenas una semana, compartiendo en las redes sociales algunas imágenes de su informal boda con el actor Sebastian Bear-McClard, la pareja no había posado junta en un evento nocturno. Lo hicieron de forma informal en los Film Independent Spirit Awards en Santa Monica, en California. Pero estos Oscars 2018 han sido su primera alfombra roja como marido y mujer. La pareja acudió a la fiesta de Vanity Fair -organizada cada año tras la celebración de la alfombra roja del cine- y Emily sorprendió con un vestido de corte medieval que poco tiene que ver con los diseños provocadores que suele elegir.
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El vestido, elaborado en terciopelo, es un diseño de Zac Posen que incorpora capa y una llamativa capucha con la que solo pudieron verla los seguidores de Sebastian en uno de los Stories que el actor fue compartiendo a lo largo de la noche. Emily completó su estilismo con unas sandalias de tiras de Stuart Weitzman. El peinado, un semirecogido deshecho y terminado en una trenza messy, también continuaba la estética medieval que envolvía todo el look de la modelo.
Aunque las elecciones de vestuario de Emily siempre levantan expectación -no en vano se casó con un traje de chaqueta de Zara-, en esta ocasión el diseño ha quedado relegado a un segundo plano para ceder el protagonismo a la silueta de la modelo. Unas imágenes que están dando lugar a todo tipo de rumores en las redes sociales debido a una ¿incipiente? barriguita que algunos se han atrevido a evidenciar por las fotografías de la modelo de perfil. La prudencia hace pensar que simplemente se trata de un gesto del propio vestido ya que estaba hecho a medida y le sentaba como un guante en combinación con el efecto de la capa y el clutch a juego en el mismo terciopelo.