¡Ha nacido una estrella! Hablamos con Gonzalo Ferreño, hijo de Andoni Ferreño, que debuta en el teatro

Tiene 22 años y ya ha hecho sus pinitos como guionista con una obra que ahora interpreta junto a Ramón Robles, hijo de Ramón Langa y Marta Robles

Por Lara Fernández

Tras estudiar Arte Dramático y comprobar de primera mano que encontrar un hueco en el mundo de la interpretación no iba a ser tarea fácil, Gonzalo Ferreño, hijo del presentador Andoni Ferreño y de Paula Sereno, decidió coger el toro por los cuernos y convertirse en una suerte de Juan Palomo del siglo XXI, escribiendo e interpretando sus propias obras de teatro. Así lo hizo y para ello recurrió a su amigo Ramón Robles, hijo del actor y doblador Ramón Langa y de la periodista Marta Robles, al que conoció en el rodaje de su primera película documental, Rotas, de Luis Lorente. Ahí surgió la buena sintonía entre ambos y se prometieron que volverían a trabajar juntos.

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Hace tan sólo unos días ese sueño se cumplía y los dos amigos estrenaban Se alquila en el Teatro Marquina, una función que supone el debut de Gonzalo Ferreño como guionista y actor y que cuenta con los padres de ambos, Andoni Ferreño y Ramón Langa, como directores de una pieza teatral con la que anhelan iniciar un camino tan exitoso como el de sus progenitores y volver a poner el teatro de moda. Por lo pronto, han conseguido prorrogar la obra unas semanas más debido al buen recibimiento que ha tenido.

¿En qué momento dijiste 'Mamá, quiero ser artista'?

En mi caso siempre tuve claro que me quería dedicar a la interpretación. Ya con 13 años estaba en el teatro de mi instituto, haciendo mis pinitos, así que yo creo que mis padres se lo olieron desde el principio. Su reacción, de hecho, fue muy buena. Ellos me apoyaron siempre, aunque también me advirtieron de lo que conlleva dedicarse a esto, de que tiene su parte buena, pero también sus momentos duros. 

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Escribiste la obra 'Se alquila' hace sólo un año...

Cuando acabé los estudios me di cuenta de lo complicado que era que te abriesen la primera puerta, así que, tras unos meses sin que nadie me llamase, sin casting alguno, decidí abrírmela yo mismo. Me basé en mi propia historia, en que tenía 22 años, para inspirarme y escribir una función con la que la gente pudiera sentirse identificada. Llamé a Ramón y le pasé el texto. Le encantó, y hasta hoy.

¿Cuál es esa historia?

Trato todos los problemas y todas las cosas buenas que le pueden pasar a un chaval de entre 20 y 30 años. Todo el mundo puede verse reflejado, tanto los de mi edad porque lo estamos viviendo, como los de 16 años porque lo quieren vivir y la gente de cierta edad porque lo ha vivido. Es una función que no deja indiferente a nadie y en la que no todo es lo que parece. 

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¿Qué sientes cuando ves que la obra se estrena en Madrid y recibe buenas críticas?

Ha sido todo muy inesperado. Sabíamos que la función era buena y que la gente se iba a reír, pero cuando la representamos por primera vez tuvimos una acogida muy buena, hubo tantas risas y a la gente le gustó tanto que presentamos la función al grupo Marquina y enseguida nos la produjeron. Imagínate lo que supone para nosotros estar en ese teatro, es como estar jugando en el Bernabéu.

La profesión de tu padre ha hecho que desde pequeño vivas la fama de cerca. ¿Estás preparado para que los medios centren su atención en ti? 

De momento mi vida no ha cambiado en absoluto. Todo lo contrario, ha ido a mejor porque estoy trabajando en lo que me gusta. La presión mediática todavía no nos ha llegado, pero no me da ningún miedo.

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Y después de 'Se alquila', ¿qué?

En un futuro me encantaría poder comprar un teatro y gestionarlo. Pero de momento mi intención es hacerme un nombre respetado dentro de la profesión como actor y también como autor. E intentar llegar, si es posible, a América. Ese sería mi gran sueño.