Fue hace una semana, el 17 de febrero, cuando se conoció que Josep Santacana le había pedido el divorcio a Arantxa Sánchez Vicario, una noticia inesperada y de la que llevamos hablando durante toda la semana. HOLA.com tiene en primicia las primeras palabras de la extenista tras hacerse pública la ruptura. La deportista ha dicho que “esta situación es muy desagradable para mí” y que “confío plenamente en mis asesores y en los tribunales”.
A raíz de su separación del que ha sido su marido durante los últimos diez años y con el que tiene dos hijos en común, Arantxa, de 9 años y Leo, de 7, la ganadora de cuatro Gran Slam se ha acercado a su familia y se ha unido más a su hermano Emilio del que se había distanciado. Según hemos podido saber, toda la familia está muy afectada, están viviendo esta situación con mucha tristeza y tratan de dar con mucha mesura cada paso y cada decisión, ya que son conscientes de que la situación es muy complicada. En estos momentos Arantxa Sánchez Vicario quiere ser muy prudente y está actuando aconsejada por sus abogados.
Según algunos medios, Arantxa y Josep llevarían en crisis varios años y desde hace dos estarían haciendo vidas por separado. El empresario habría iniciado una relación con otra mujer y habría abandonado el domicilio familiar. A principios de 2018 el catalán acudió a un juzgado de Miami, ciudad en la que reside la familia, para presentar la demanda de separación, en la que habría pedido la custodia de los hijos del matrimonio alegando que la que fuera número 1 de la WTA tendría problemas psicológicos, que le impedirían atender a los niños. Por su parte, Arantxa solicitó en sede judicial la devolución de todas las pertenencias que su marido se había llevado de la residencia familiar. Además, Santacana también pidió una orden de alejamiento sobre la que el juez de Miami aún no se ha pronunciado.
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Además de la tormenta por su divorcio, la situación de la olímpica también se ha complicado a raíz de que el Banco de Luxemburgo haya pedido prisión preventiva para ella y su todavía marido por una deuda que asciende a más de siete millones de euros, según una información que publicó en exclusiva La Vanguardia. Esta petición de cárcel, que se encuentra en el plazo de alegaciones, se ha producido después de una querella que se interpuso en el año 2016, según contó Emilio Zegri, abogado de Arantxa, a la agencia Gtres. “Es un asunto ya antiguo en el cual el Banco de Luxemburgo dice que Arantxa le debe cinco millones de euros en base a una sentencia civil y pretenden que Arantxa y Santacana han cometido un alzamiento de bienes, porque no han encontrado bienes para pagar. Ha habido una tramitación larga, ellos dos declararon en noviembre de 2017, a través de videoconferencia en el consulado de Miami. Ahora han hecho este gesto de pedir prisión provisional”, explicaba el letrado.