Cada día se conocen nuevos datos acerca de la separación de Arantxa Sánchez Vicario y el empresario catalán Josep Santacana, ruptura que se hizo pública el pasado fin de semana. Uno de ellos es el acercamiento que este hecho ha supuesto para la tenista, que ha visto cómo sus familiares cerraban filas en torno a ella y le mostraban su apoyo, como así se ha dejado patente en las escasas manifestaciones públicas que han efectuado estos días. Ella, por su parte, se mantiene en el ostracismo mediático y apenas contesta al teléfono, tal y como aseguraban este viernes en El programa de AR.
Familiares y amigos salen en defensa de la tenista
Lo cierto es que constantemente afloran nuevas informaciones acerca de la situación real que vive el matrimonio, que en estos momentos afronta un proceso judicial a cuenta del divorcio que presentó Josep Santacana en los tribunales de Miami el pasado mes de enero. A esto se añade la relamación de la custodia de los dos hijos que tienen en común, algo que entraría en conflicto con las capitulaciones matrimoniales que ambos firmaron tras su boda. Según las informaciones que maneja el citado programa, la tenista y su marido, que se casaron en régimen de separación de bienes, se comprometieron a no reclamar pensión alguna, indemnización por nulidad, ni la descendencia común. También a no difundir, directa o indirectamente, información, es decir, asumieron una suerte de cláusula de confidencialidad, algo que en opinión de la periodista Sandra Aladro no se habría cumplido. "La guerra avanza en los juzgados con filtraciones por las dos partes", señalaba este mismo viernes.
Estas son las claves de la demanda de divorcio
El proceso, paso a paso
Este lunes será un día intenso para la tenista. Justo el día en el que se cumplen dos años de la muerte de su padre, tendrá que ver cómo en los juzgados de Miami se suceden las declaraciones de, entre otros, los dueños del inmueble que adquirió el matrimonio. Durante varios días, se escucharán los testimonios de personas cercanas a Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana, así como de sus respectivos abogados, y no será hasta dentro de unas semanas cuando se dé por finalizado el proceso, tal y como confirmaba el periodista Antonio Rossi.
La causa se prevé larga y complicada, teniendo en cuenta además que las versiones que ambos mantienen sobre las circunstancias en las que se produjo la ruptura no coinciden. Mientras que el empresario catalán asegura que llevaban dos años haciendo vidas por separado, el entorno de la tenista en Miami habla de ellos como "una pareja normal, no como una pareja que lleva años separada", comentaba Aladro. Paloma García Pelayo añadía, además, que la última vez que se les vio juntos no fue hace dos años sino hace dos meses. "El 9 de diciembre aparecieron en una fiesta donde ellos residían. Hacían esa vida por los niños, pero vivían en casas separadas. Es cuando él decide irse de casa y pedir el divorcio cuando ella desaparece con los niños. Él interpreta que eso no está bien y reacciona e interpone esa demanda", explicaba.
La deuda que podría llevarla a prisión
Por si fuera poco, el futuro de la tenista se complica aún más a raíz de la petición de prisión preventiva por los más de siete millones y medio que el matrimonio adeuda al Banco de Luxemburgo. Este proceso tiene lugar antes de su divorcio y tanto Arantxa como su marido tuvieron que declarar. En su día, la deportista mantuvo en su relato ante el juez, que se llevó a cabo por videoconferencia, que Santacana no tenía nada que ver. "Le defendió, pero no sé si hoy, con todo lo que ha pasado, haría lo mismo", afirmaba la periodista Paloma García Pelayo en el programa de Mediaset.
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