Las claves de la demanda de divorcio de Josep Santacana contra Arantxa Sánchez Vicario
A principios de este año, el empresario catalán presentó la documentación en la corte de Miami y, este miércoles, declararán en sede judicial sus testigos
Este fin de semana saltaba la noticia de que Josep Santacana, marido de Arantxa Sánchez Vicario, había pedido el divorcio a la extenista, tras una década juntos y dos hijos en común, Arantxa, de 9 años, y Leo, de 7, en La Otra Crónica (LOC). El empresario catalán acudió a principios de 2018 a un juzgado de Miami, ciudad en la que reside la familia, para presentar la demanda de separación, en la que habría solicitado, entre otras asuntos, la custodia de los niños alegando que la deportista tendría problemas psicológicos. Este lunes se ha desvelado en El Programa de Ana Rosa cómo fue la cronología de los hechos y el contenido de la documentación que presentó en sede judicial.
El 3 de enero, según Antonio Rossi, Josep presentó la demanda de divorcio en la corte de Miami. En el documento se añadía una declaración jurada en la que pedía estar con sus hijos pues la madre le impedía verlos. Veinticuatro horas después el empresario solicitó la figura de un mediador para tratar con Arantxa todos los asuntos referentes a sus niños y tras ello se empezaron a tomar declaraciones a los testigos, entre ellos un abogado mercantil que hacía al matrimonio la declaración de la renta. Días más tarde, la deportista pidió en la corte la devolución de todas las pertenencias que su marido se había llevado de la residencia familiar, aunque "él asegura que no cogió nada”, relata Marisa Martín Blázquez. El 13 de febrero, él pidió una orden de alejamiento, sobre la que el juez aún no se ha pronunciado.
Un día más tarde se veían las caras y el juez dictaminaba que el empresario tenía que devolver todos los bienes personales a la madre de sus hijos. Este miércoles, 21 de febrero, será el día en el que los testigos de Santacana (empleados bancarios o el propietario de la vivienda en la que viven) declaren sobre los ingresos de la pareja. Josep Santacana gestionó la fortuna de la que fuera número 1 del mundo de la WTA, en concreto más de 30 millones de euros que la barcelonesa habría conseguido con sus logros sobre la cancha. Pero las cosas empezaron a ir mal y las deudas acecharon al matrimonio. Arantxa acusó entonces a su padre de estafa y empezó una guerra con su familia posicionándose siempre al lado de su marido. Actualmente, la ganadora de cuatro Grand Slam cobra un sueldo de 3.000 euros al mes como directora deportiva de un club de tenis, según apuntan en El Programa de Ana Rosa. Los Sánchez-Vicario culpan a Santacana de que Arantxa se haya quedado en la ruina y de que “arremetiese contra su familia”.
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En medio de la tormenta, la familia ha preferido guardar silencio y solo uno de los hermanos de la olímpica, Javier Sánchez Vicario ha hablado para decir que “es una cosa personal de ella”. Sin embargo, desde El Programa de AR apuntan a que el entorno de Arantxa “está preocupado por proteger a los menores”.
El matrimonio parece que se rompió hace dos años y desde entonces estarían haciendo vidas por separado. Según ha revelado Marisa Martín Blázquez, fue la relación con una tercera persona de su marido la que puso sobre aviso a la extenista pero él lo negó e incluso le sugirió a su mujer que acudiera a un profesional. Los informes psicológicos derivados de ese desencuentro serían los que el empresario alegaría en su demanda para poder declarar a Arantaxa incapaz de hacerse cargo de los pequeños.