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María Teresa Campos sufría este sábado un nuevo susto que le llevaba a ingresar en un hospital de Madrid. Por la mañana comenzó a sentir fuertes molestias estomacales y, en un momento dado, pidió a su pareja, Edmundo Arrocet, que le trasladara hasta el centro médico Clínica de la Luz cuanto antes, a fin de someterse a las pertinentes pruebas para detectar el origen de su dolencia. Así lo hizo y, una vez en urgencias, los facultativos le realizaron un exhaustivo examen y finalmente descartaron que se tratara de una afección grave. "No hay un diagnóstico raro ni nada y, en principio, todo está bien. Sí es verdad que, según han ido pasando las horas, está menos tranquila porque los hospitales no le gustan a nadie. No hay de qué preocuparse", explicaba horas después su hija Carmen Borrego en el programa Sábado Deluxe.
"Está tranquila", aclaró al tiempo que reveló que, desde que en junio de 2016 le quitaran la vesícula, no termina de encontrarse bien del estómago. Minutos después era la propia presentadora la que intervenía por teléfono en el programa de Mediaset para tranquilizar a sus compañeros de cadena y al resto de espectadores. "He pasado un mal rato, tenía dolores inaguantables (...), he hecho muy bien en venir al hospital, aunque aquí no me dan ni agua, demasiado que estoy hablando", reconoció con su habitual sentido del humor.
Por su parte, su hija Terelu Campos, que se encontraba con ella en ese momento, también quiso dejar claro que todo estaba bien y que su progenitora quería ir al hospital porque "es donde se siente segura, ya que tienen aquí su ficha y está más controlada". "La doctora le ha dicho que no hay nada malo ni raro, pero tiene una distensión en el intestino delgado que puede estar provocado por muchas cosas", añadía. Este domingo, las dos hijas de María Teresa Campos han vuelto a visitar a su madre, tal y como puede verse en las imágenes a las que ha tenido acceso Europa Press.
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Tras la intervención de su hermana y de su madre por vía telefónica, Carmen Borrego aprovechaba para regañar a esta última cariñosamente y decirle que dejara de darles "sustos", en clara referencia al ictus que sufrió el 16 de mayo de 2017 y que le llevó a ingresar en el hospital. Afortunadamente, la rápida actuación tanto de María Teresa Campos como de sus empleados evitó en aquella ocasión que la isquemia cerebral tuviera consecuencias más graves y únicamente fue la visión la que se vio ligeramente afectada.
Las lágrimas de María Teresa Campos: 'Parece que no me ha pasado nada, aunque me ha pasado mucho'
Edmundo, entre lágrimas al recordar su conversación más difícil con María Teresa Campos
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