El marido de Arantxa Sánchez Vicario le pide el divorcio
La deportista no atraviesa por su mejor momento después de que Josep Santacana haya solicitado también la custodia de los dos hijos que tienen en común
Arantxa Sánchez Vicario y su marido, Josep Santacana, ya no viven bajo el mismo techo. El marido de la tenista abandonaba recientemente el ático de Miami en el que residía hasta ahora la pareja con sus dos hijos para emprender una nueva vida, tal y como ha desvelado este sábado La Otra Crónica (LOC), que además asegura que el empresario catalán, que habría iniciado una nueva relación hace varios meses, le ha pedido el divorcio e, incluso, la custodia de los pequeños, de 9 y 7 años.
Santacana, que hasta el momento era el encargado de gestionar todo el patrimonio de la deportista, ha recogido ya todos sus enseres del domicilio familiar, incluidos los trofeos que ha ganado Arantxa Sánchez Vicario a lo largo de su extensa y exitosa trayectoria deportiva. La situación económica de ésta se habría complicado notablemente al controlar su marido toda su fortuna, que ascendería a varios millones de euros, según el citado medio. A lo que habría que sumar sus problemas fiscales en España que se originaron tras haber fijado su residencia en Andorra en los años 90. Además, la tenista ya desveló en el libro Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer que no disfrutó de gran parte de los ingresos económicos que obtuvo durante su carrera como tenista y que ascendieron a 45 millones de euros.
El calvario económico de Arantxa Sánchez Vicario
Arantxa Sánchez Vicario deja clara su situación patrimonial
La cuestión financiera no es la única que preocupa a la deportista en estos momentos. LOC desvela que su marido reclama para sí la custodia de sus dos hijos alegando que ella no está en las condiciones psicológicas óptimas para atenderles. Por ello, ha acudido a un juzgado de Miami para conseguir su objetivo. Mientras la situación se resuelve, Arantxa Sánchez Vicario continúa con su trabajo como directora deportiva del centro educativo Metropolitan School, donde percibe un sueldo de 3.000 euros mensuales.
El conflicto familiar
Fue precisamente el patrimonio de la tenista, del que ahora dispone su marido, el que la enfrentó durante años a su familia. Todos ellos salieron a la luz en el libro de memorias que se publicó en el año 2012 y que relataba, por un lado, que estaba arruinada, y por otro, que no mantenía contacto alguno con sus parientes. "Mi madre decidía sobre mi pelo, mi ropa... cuando me compraba algo por mi cuenta, rara vez le gustaba. Mi madre madre, mi sombra fiel en todos los torneos hasta que cumplí 20 años es una mujer de carácter fuerte y para ella la disciplina y la victoria pasaban por delante de cualquier otra consideración, cuando tal vez lo que yo hubiera precisado eran unas palabras de cariño", confesó entonces.
Sobre su padre, que falleció en 2016 a los 83 años, afirmó que mensualmente le otorgaba "una cantidad de la que yo le daba cuenta puntual". "Nunca dudé de que mis padres, y más concretamente mi padre, hiciera lo que consideraba mejor para mí y que gestionada mi patrimonio de la forma más eficaz. Esas eran, de alguna manera, sus funciones: administrar y gestionar mis intereses. Nunca dudé de la forma en que mi padre gestionaba mi dinero. Hoy me encuentro sin recursos", añadió en aquel momento.
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El conflicto que enfrentó a Arantxa Sánchez Vicario y a su familia durante años
Durante todo el conflicto, Josep Santacana fue el gran apoyo de Arantxa Sánchez Vicario. "estoy totalmente orgulloso de las palabras que Arantxa me dedica en el libro. Es una pena, aquí tendría que estar toda la familia apoyándola", comentó entonces en declaraciones al Programa de AR. Mi mujer tiene todas las pruebas para demostrar cada palabra de lo que cuenta", comentó entonces el empresario mientras lamentaba que los padres de la tenista ni siquiera conocían a uno de los hijos del matrimonio, el mismo que estos días no pasa por su mejor momento.
La pareja comenzó su relación en 2007 y un año después se dio el 'sí, quiero' en una romántica ceremonia celebrada en el inigualable castillo Perelada, en Girona. En 2009 nacía su primera hija, Arantxa, y en 2011 hacía lo propio el pequeño Leo, al que presentaron en las páginas de ¡HOLA!. En todo este tiempo, y pese a la desconfianza de sus padre hacia el que ha sido su marido durante una década, la tenista le ha defendido a capa y espada y le ha apoyado económicamente en sus negocios.