Tranquilo, sonriente y muy ilusionado. Así es como hemos visto a Salvador Sobral en su reaparición en televisión dos meses después de su trasplante de corazón. El cantante ha acudido a una entrevista en la cadena pública de Portugal, RTP, en la que hemos podido verle muy recuperado y haciendo balance de todo lo que ha vivido este último año, que ha estado marcado por su triunfo en el festival de Eurovisión 2017 y su operación. "Fueron dos experiencias únicas. Un día gané el mayor certamen europeo de música pop y toda la gente quería hablar conmigo, y unos meses después, estuve cuatro mese en una habitación de hospital entre paredes blancas y me hicieron un trasplante", confesó durante el programa, además de asegurar que después de la intervención no sintió nada: "Es una experiencia fuera de esta realidad, no podría describirla con palabras. Es una experiencia como cualquier otra. El ser humano es adaptable y yo me adapté a aquella situación. Someterse a un trasplante era mi realidad y decidí tomármelo como una experiencia más en mi vida".
Durante su entrevista, Sobral explicó: "Sería raro si no hubiera tenido miedo. Claro que me influirá en mis composiciones, todo en la vida influye". De hecho, bromeó diciendo que: "Voy a cambiar de look y me voy a pasar al metal". El cantante portugués aseguró que la operación: "Me influenció de manera muy física. Más bien, aún no estoy del todo en forma (...) El corazón es un músculo, lo importante es el alma, el alma sigue igual. No me pregunto de dónde viene el corazón, lo pienso de manera práctica. Era un problema y se ha resuelto". El ganador de Eurovisión, que reconoció que "supongo que soy un hombre más fuerte", no pudo evitar emocionarse al ver las imágenes de su triunfo en el festival y recordar todos los bonitos momentos que vivió: "No las había vuelto a ver, son muy bonitas, no muestran la parte negativa de la historia".
Ahora solo piensa en el futuro y en todo lo bueno que está por venir. Salvador, que si tuviera que dar un consejo a la gente joven que quiere ser cantante les diría que se pongan a "estudiar y componer canciones", confesó cuál es el sueño que le queda por cumplir: "Viajar por el mundo, tocando música y descubrir otras culturas. Ir a Bogotá, a Caracas... Ir a todos lados para llevar mi música en portugués". Parta terminar, y antes de despedirse, el artista dejó en el aire si asistirá o no al Festival de Eurovisión 2018, aunque esbozó una sonrisa que podría apuntar que sí.